Raúl Lavié y Cecilia Milone: El hombre de La Mancha


El Sancho y la Dulcinea de Pepito

Los actores y cantantes protagonizan El hombre de La Mancha, la última gran apuesta con el sello Cibrián Campoy.

La historia, dicen, fue más o menos así: durante la primera jornada Dios creó el día y la noche; en la segunda, el cielo y el mar; en la tercera, las plantas; en la cuarta, el sol y la luna; en la quinta, los peces y las aves; y en la sexta, a los animales y al ser humano. Al séptimo día descansó. El ser humano no escatimó esfuerzos ni impacto en su recorrido por el mundo. Destruyó plantas, animales, espacios naturales y contaminó zonas que no podrán ser habitadas por cientos de años. Entretanto, se las arregló para crear herramientas, arte, la rueda, la monogamia, las guerras e Internet. En algún momento no determinado también inventó ese género conocido como comedia musical, lo que determinó una grieta en la humanidad toda que persiste hasta nuestros días.
Están los unos. Aquellos que aman la música, que les gusta el teatro, pero que no están dispuestos a tolerar que una historia se la cuenten personas que cantan, bailan y gesticulan como si provinieran de un planeta paralelo. Desconfían de que toda situación de la vida pueda desembocar en una canción con coreografía, luces y brillantina. Saben o intentan soportar los conflictos que plantea la existencia y no esperan que los solucione ninguna melodía y/o coreografía. Creen en la palabra: escrita, dicha y/o comunicada en formatos digitales. Y cuando tienen ganas escuchan música. Ellos incluso se permiten dudar de la existencia de Dios y arriesgan: un ser superior que se precie de tal jamás hubiera permitido el nacimiento y expansión de una plaga como la comedia musical. Para todos los demás existe Pepe Cibrián Campoy.
Cibrián Campoy no inventó la comedia musical en la Argentina ni mucho menos. Existen antecedentes notables y notorios como Francisco Canaro y Mariano Mores –entre muchísimo otros–. Pero su figura marcó una huella imposible de ignorar desde su aparición en los '70 y su peso en la escena se hizo determinante a partir del megaéxito de Drácula, el musical (1991). La nueva aventura del director comenzará este miércoles, cuando se estrene su versión de la reconocida obra El hombre de La Mancha. En esta oportunidad Cibrián Campoy también asumirá el máximo protagonismo encarnando al Quijote. Lo acompañarán Raúl Lavié, como Sancho Panza, y Cecilia Milone, como Dulcinea, además de un elenco de más de 20 artistas en escena, una orquesta en vivo y todo el despliegue que el ya mítico director garantiza.
Raúl Lavié y Cecilia Milone coinciden en su admiración por Cibrián Campoy. "Su carrera es tremenda. Tuvo y tiene un impacto notable. Toda la influencia que dejó con Drácula y El Jorobado se siente hasta hoy. Les abrió paso a muchísimos jóvenes. Ya sea porque él los formó o porque los inspiró. Si bien por diferentes factores ocasionales no desarrollamos una amistad profunda, la admiración que le tengo es muy fuerte y siento de su parte un gran respeto", detalla Lavié. Milone agrega: "Pepe es mucho más grande que él mismo. Es todo un estilo. Hay una forma de contar que es cien por ciento Cibrián. Tiene fanáticos y detractores: pero definitivamente es un estilo que marcó la historia de la comedia musical argentina para siempre."
Con 77 años y casi 60 de carrera, Lavié casi no dejó género por visitar. Actuó en más de 30 obras de teatro, participó de 17 largometrajes, decenas de comedias musicales, grabó discos de los más diversos estilos –en estos momentos prepara su primer álbum de folklore–, trabajó con Astor Piazzolla, giró por buena parte del mundo, fue parte de múltiples programas de televisión y ni siquiera le sacó el cuerpo al reality Transformaciones –donde una serie de famosos se hacía una cirugía estética ante las cámaras–. "Lo que menos me gusta es que me digan que soy un cantor de tango. Yo siempre quise ser mucho más. Por eso trabajé para construir una carrera muy cuidada, sin bastardeos", asegura.
Milone se reconoce como una hija artística de Cibrián Campoy. En 1991, con 22 años recién cumplidos, fue seleccionada como la protagonista femenina de Drácula, el musical. La obra se transformó en un éxito gigantesco y Milone se ganó un espacio en el mundo del espectáculo que nunca abandonaría. Teatro, televisión, radio y una carrera como cantante de tangos son sus plataformas de desarrollo. Un romance clandestino que derivó en sainete mediático sacudió su imagen pública, pero con el tiempo no fue más que una incomodidad que sobrellevó con trabajo. En persona sorprende por sus piernas largas y exactas, y su franca sonrisa. Pero sobre todo por su calidez. Son tiempos de ensayos, ansiedades y corridas, pero jamás pierde el buen trato ni la simpatía. Milone nunca está sola. Annie la acompaña todos los días al teatro y la espera pacientemente. Es una perra marca perro –nada de mascotas de diseño que combinan con carteras y zapatos, trastorno tan afín a muchas actrices– que no ladra, juega con completos desconocidos y se corre cuando se lo piden y es completamente necesario.
A pesar de que tienen experiencias, recorridos y formas de relacionarse muy diferentes, Lavié y Milone coinciden en un gran entusiasmo por El hombre de La Mancha. "Me convoqué yo solo para esta obra –revela Lavié–. Me encontré de casualidad con Pepe y Cecilia, me contaron que la iban a hacer y de la nada le dije: '¿No querés que haga de Sancho Panza?' Pepe creía que era una broma. A mí me surgió de la nada. Pero poco después me llamó para decirme que le interesaba la idea y unos días después ya estábamos ensayando. Hace unos cuantos años hice de El Quijote en esta misma obra. Ahora puedo darme el lujo de tener otra perspectiva. Creo que esto es un desafío teatral importante que me estimula y me ayuda a buscar otros matices. Una comedia musical siempre es un reto y en una obra tan transitada hay que buscar variantes con mayor ahínco."
Milone, por su parte, siente que está ante un papel ideal: "La obra es magnífica. Un clásico probado en todas partes del mundo. La versión de Pepe le da un tono único. Es muy respetuosa del original, pero tiene pequeñas modificaciones que la hacen mucho más poética, más cervantina. Y mi papel es hermoso. A Dulcinea le pasa de todo. La seducen, se enamora, sufre muchísimo. A ese tipo de personajes en la jerga les decimos servidos. Tienen una gran carnadura y te permiten un rango de posibilidades expresivas enorme. Además, esta versión permite comprender que Dulcinea siempre fue Dulcinea. En todo caso hacía de Aldonza, pero siempre fue la misma mujer. Esa diferencia puede ser sutil para el público, pero a mí me ayuda y me da un plus para construir mi versión del personaje."
La cuenta regresiva ya se inició. Cibrián Campoy, Lavié y Milone se proponen sacudir la escena teatral de verano en Buenos Aires y extenderla durante buena parte del año. Después llegarán las giras por el interior del país. Pero para eso todavía faltan unos cuantos meses.  «


¿Cuándo?

El hombre de La Mancha se estrena el miércoles en el Maipo (Esmeralda 443). Funciones de miércoles a domingos.


El sueño de dirigir

Milone confiesa que las comedias musicales son su pasión y sueña con poder escribir y dirigir una gran obra en Buenos Aires.
Se reconoce como muy obsesiva y detallista, características que –subraya– comparte con Cibrián Campoy.
“Pepe es también un amigo. Pero profesionalmente me marcó muchísimo en todos los planos. Él jamás me dirigió cantando tango. Sin embargo, cada vez que canto tangos me acuerdo de sus enseñanzas. Cómo frasear, cómo trabajar cada palabra según su significado: la voz tiene que transmitir una emoción acorde a lo que se quiere comunicar. Yo escucho de todo. E incluso para un musical me pueden influir artistas tan disímiles como (Carlos) Gardel y (Maria) Callas."


Cuestión de género

"Yo debuté a los 18 años en Rosario. Por entonces era cantor de tango. Llegué a Buenos Aires y me fue muy bien rápidamente –recuerda Lavié–. Pero siento que mi momento más alto como cantante fue cuando trabajé con (Ástor) Piazzolla. No era fácil como muchos ahora supondrían. Hoy las letras de (Horacio) Ferrer son clásicos y la música de Ástor también. Pero en ese entonces era una pelea. Nunca faltaba algún desubicado que gritaba "¡ahora cantate un tango!" Yo le discutía desde el escenario. Le reclamaba que respetara nuestro trabajo. Y más de una vez casi lo resuelvo a las trompadas. Con el tiempo el tango me aburrió. Sentí que era un espacio muy condicionado. Y probé con casi todos los géneros, aunque siempre vuelvo al 2x4."


Dos millones de personas vieron Drácula, de Pepe Cibrián Campoy. La obra se presentó en el Luna Park (1991, 1992, 1994, 1997, 2000), en el Ópera y en el Astral (2011). También se vio en Brasil (2000), Chile (1992 y 2008) y España (1995).


Musical con historia

El Hombre de La Mancha es un musical mundialmente reconocido. Fue escrito por Dale Wasserman e incluye música de Mitch Leigh. Se estrenó en el Teatro Off de Nueva York el 22 de noviembre de 1965 y pasó al circuito comercial en 1968. En la década del '60 fue uno de los espectáculos más exitosos de Broadway, y llegó a cumplir 2500 funciones a lo largo de seis años. Luego vendrían múltiples reposiciones en EE UU y puestas en los cinco continentes. La Argentina fue uno de los países que tuvo más versiones de esta obra. La primera se conoció en Buenos Aires en 1968, con Ernesto Bianco, Nati Mistral y Rafael Carret.

Fuente: Tiempo Argentino

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