Gabriela Izcovich: Sin voz y Miami


"El teatro representa la vida"

Hizo la puesta y actúa en su obra "Sin voz" y, por primera vez, trabaja como actriz en una pieza que no dirige.

Cuando termina la obra, muchos me preguntan si soy viuda. No lo soy", insiste, entre risas, Gabriela Izcovich.

Es que, en algún punto, Izcovich es víctima de su propia elección estética. Sin voz, tercera obra de su autoría, que además dirige y protagoniza, recorre con extrema simpleza y realismo situaciones, conflictos y planteos de un cuarteto de amigos en el que encarna a una viuda en pleno duelo. "Me interesa ver qué se hace con las ausencias. La vida nos enfrenta con situaciones similares. Y mi pregunta es qué se hace con los objetos, los recuerdos. Eso que es tremendo y que al mismo tiempo construye el futuro", dice. Sus obras suelen referir a "problemáticas compartidas por un grupo generacional".

¿Hay límites en lo que se decide hacer para procesar esas ausencias?

Todo lo que mitigue el dolor, en tanto no haga mal, sirve y no admite juicio alguno.

¿Qué pasa con el público que está fuera de esa franja?

Si lo que se refiere a lo cotidiano está bien dicho en escena, la comunicación entonces se establece con todos. La simpleza de mis espectáculos permite que el espectador sienta lo que el actor está transmitiendo.

¿Hay espacio para la improvisación?

No. Aunque sí dejo que el armado se haga también desde la propuesta del actor. Y yo trabajo con actores muy buenos, que aportan mucho de lo suyo.

Más en Clarín

Comentarios

Entradas populares de este blog

Andrea Gilmour

Susana Torres Molina: Estática

Chamé Buendia: Last Call-última llamada