Favio Posca: Fucking Fucking Yeah Yeah


Favio Posca, entre el teatro, la música y la danza

Estrenó un unipersonal, con el que sigue sumando fanáticos, y se atrevió a trabajar con Marcelo Tinelli

"Fucking Fucking Yeah Yeah", canta Favio Posca con energía rockera en el inicio de su nuevo espectáculo, que se estrenó la primera semana de mayo en el Paseo La Plaza (va los jueves, a las 23,15, y los viernes y sábados, a la medianoche). Así también se llama el show, noveno en la carrera de este histriónico artista nacido en Mar del Plata hace 49 años que tiene gran cantidad de seguidores. En cada una de las funciones que por ahora llena casi sin excepción, Posca canta, baila, habla sin parar durante más de una hora y media, y es celebrado ruidosamente por su legión de fans, acostumbrados a esa catarata de humor incorrecto que tiene al sexo y las drogas como temas dominantes. "El nombre de este show tiene que ver con una actitud, una forma de vida, un estilo. Como dice uno de los personajes que interpreto, «es dejarse llevar como un canto rodado, que se entrega a la pendiente sin ofrecer resistencia», sin tanto miedo por la incertidumbre lógica que causa vivir, sin aferrarse a lo material. El problema es no saber reconocer nuestros propios errores y agarrarse sólo de las virtudes. Estar todo el tiempo puesto: sonrío hasta aquí, llego hasta allá... Fucking Fucking Yeah Yeah es soltar y lograr la paz interior que te da la sensación de libertad. Lo definiría también como un show de rock con dieciséis canciones originales y personajes que transitan diferentes estados: la emoción, la risa, lo escabroso, la desnudez, lo no dicho."


-La música cada vez tiene más importancia en tus obras.

Siempre tuvo importancia, pero es cierto que creció mucho desde que empecé. Es un pilar porque también yo crecí mucho como músico y como productor en todo este tiempo. Y aprendí a estar bien rodeado: Martín Bosa es un genio que baja a tierra lo que yo le planteo, me entiende a la perfección. La dinámica de cada espectáculo es parecida a la de un disco: primero la etapa de la composición, después la de grabación y al final, los shows. La única diferencia es que no sale editado, lo canto en vivo.


¿Pensaste en editar discos?

Siempre le escapé a eso. Y a los DVD... Prefiero respetar el momento único del vivo, que la gente no encuentre en su casa lo que puede experimentar cuando viene a la sala. Quiero que vengan y que vuelvan, que lo recuerden como una experiencia singular, que disfruten de la adrenalina del vivo.

-¿Por qué trabajás siempre solo en el escenario?

Porque funciono mejor así. También implica que toda la responsabilidad la asumís vos, que no podés echarle la culpa a nadie si las cosas salen mal. Pero trabajo con un equipazo. Fijate en la escenografía y las luces de Sergio Lacroix, por ejemplo. Estar solo en el escenario es una gran presión, pero cuando las cosas salen bien, también es un enorme placer, porque te permite explotar artísticamente en todos los sentidos: como actor, como cantante, como compositor... En mi caso, siempre de la mano de la risa y la diversión, aunque este espectáculo es más emotivo que otros que hice. Me interesa mucho ir abriendo puertas dentro de mi propio mundo. Nunca me quedo en lo que sé que me sale bien. Le doy a la gente lo que tengo la certeza de que le va a encantar, no me niego a eso. Pero también abro puertas.

-¿Te sentís igual de cómodo cuando trabajás en televisión?

Sí, porque creo que en cada laburo he logrado conservar la esencia. Puedo hacer una novela blanca a las 9 de la noche o este espectáculo, mucho más zarpado, y no perder de vista aquello que soy como artista. Cuando trabajé para Pol-Ka propuse textos, actitudes, personajes, vestuarios... Siempre estuve muy activo. Y lo han aceptado, fueron muy amables conmigo porque entendieron que lo hago con buena onda y con respeto. Al principio, a los autores de Pol-Ka quizá no les gustaba tanto. Pero después se fueron dando cuenta de que era para empujar cada proyecto.

-¿Recordás especialmente alguno de tus personajes de TV?

Fue una gran experiencia, un laburo muy intenso hacer Archivo negro, con Julio Chávez. Creo que brillamos. Interpretaba a un pibe que tenía una pierna más corta que la otra y Julio era un asesino serial. Fue un gran trabajo.

-¿Dónde encontrás inspiración para los personajes?

En el día a día, en la calle. También estoy muy conectado con las redes sociales. Viajar es clave. Siempre que puedo, lo hago. Por ahí te cae la ficha de la data que recibís luego de dos años, pero viajar siempre te abre la cabeza, te alimenta. La música es otra fuente de inspiración muy importante. Dos lugares a los que voy cada vez que puedo son Londres y Amsterdam. Curto mucho cada ciudad: si toca una banda que me gusta voy a verla, voy a muestras, esas cosas... Me acuerdo de que una vez, en Londres, vi un anuncio de una banda que tocaba en una galería y que presentaba una colección de ropa. Me tomé cuatro subtes para ir. ¡Y cuando llegué era Placebo! Estaban empezando, no eran famosos como ahora.

Hace un tiempo Posca anunció, a través de un video en el que se lo ve en boxer, moviendo la pelvis con un tema de Michael Jackson, que sería parte de la nueva edición de "Bailando por un sueño". "Había dicho que no las cuatro o cinco veces que me llamaron, pero este año insistieron y dije «¿por qué no?» Si soy bailarín y ahora tengo ganas de bailar." Él sabe que estar en ese bizarro show televisivo no implica únicamente bailar, pero dice que está preparado para sumarse: "Si te amargás con lo que te dice el jurado, perdiste. Bailo, lo demás no me importa tanto. Estudié danza clásica y contemporánea, así que tengo un buen background".

Fuente: La Nación

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