Pepe Cibrián Campoy, Angel Mahler y Juan Rodó: Otelo

Nota del 27 de diciembre

Llegan los celos en el idioma del musical

Dice que estrena en el mismo teatro donde él descubrió su amor al musical. Fue en 1961, cuando su padre Pepe Cibrián realizó Mi bella dama y "Pepito" era un "chiquilín" de 11 años que veía por primera vez algo así. Ahora vuelve al teatro El Nacional, donde el 9 de enero subirá a escena Otelo, una nueva producción en la que, además de trabajar junto a su inseparable Angel Mahler, vuelve a dirigir al cantante y actor Juan Rodó, después de un par de años de independencia mutua.

Sentado en las butacas del centro, Pepito supervisa la puesta de luces. A su lado, en el piso, descansa Junior, su ovejero alemán blanco que lo acompaña a todas partes. "Es emocionante volver a esta sala, con toda esta historia -reconoce-, el retrato de papá en el techo del foyer. Me acuerdo que cuando montó Mi bella dama, yo me sentaba en estas mismas butacas y veía pasar a Oscar Araiz, Lía Jelín y Jorge Donn, gente que formaba parte del ballet de mis padres en esas obras: tenían 19 años y después trascendieron muchísimo".

Volviendo al presente y a su Otelo, dice que en esta oportunidad fue un proceso distinto, esta vez Pepito escribió en soledad y Mahler le puso la música después.



Pepito: Cuando le mostré el texto, Angel me dijo "Pepe, no quiero que modifiques nada de esa letra, yo voy a escribir una música especialmente". Y lo hizo solo, me pareció raro, pero hay que dejar que los seres que uno ama vuelen.

Angel: Es que el texto ya tenía música. Gracias a ese texto pude hacer métricas absolutamente distintas. Esta vez la música es más teatral que nunca.

Pepito no sólo escribió en soledad, sino que agregó personajes y modificó la historia de William Shakespeare. Y lo que quedó fue -según él mismo define- "una historia sobre traiciones y de amor profundo entre Yago, Casio y Otelo".

Pepito: Más que de los celos de Otelo hacia Desdémona, habla del amor entre hombres, pero no es una relación homosexual. Otelo tiene una relación paternal con ellos y entre ellos se llevan fatal, son dos hermanos como Caín y Abel.

¿Y por qué te interesó tocar ahora estos temas?

Pepito: Obviamente uno escribe desde sus vivencias. Y aunque con Angel hemos vivido en general una historia sumamente plácida entre nosotros y con nuestro entorno, desde hace unos dos años han sucedido una seguidilla brutal de cosas que consideramos traiciones. Y "causalmente" la obra trata de eso, de la traición. Quizás necesitábamos escribir eso.

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