Mundo fabril
Mundo fabril Atractiva conjunción de los trabajos de Román Podolsky y Mayra Bonard Un conjunto de empleados de una fábrica son los encargados de dar vida a esta experiencia que conduce Román Podolsky, muy ligada a la investigación grupal. Podría decirse que el espectáculo no plantea una historia formal en torno a ese espacio de trabajo, ni tampoco los personajes exponen un marco de relaciones que posibilite articular una verdadera trama. Son seres inmersos en un mundo cotidiano, difícil, en el que están anclados por necesidad de subsistencia o de conveniencia. Fuera de ese lugar parecerían quedar muy desolados, muy corridos del sistema. Hay un hábito instalado en la manera en que ellos se relacionan, se protegen o se pelean. La rutina no está dada aquí por una tarea específica que desarrollen de manera continua, sino por un simple esquema de convivencia que obliga, de a ratos, a dar sólo unas pequeñas pistas acerca de quién es cada uno. Para este equipo de trabajo, las fábricas parecer...