Las estrellas nunca mueren
Nota del 30 de enero Las estrellas nunca mueren Provocaciones y efervescencias a destiempo El arte y el mercado que lo rige han sabido realizar maniobras de captación eficaces con formas que en principio podrían resultarles hostiles. La "movida madrileña" y la "primavera alfonsinista", por ejemplo, supieron quebrar ciertos códigos burgueses escenificando la ruptura con el horror del franquismo y la dictadura argentina. Esa juventud que puso en crisis un modo de ser del arte tenía únicamente dos opciones: desaparecer o integrarse al mercado artístico. Y para muchos nostálgicos de aquella ruptura, siguió el peor de los caminos: integrarse, convirtiéndose en una estética más. La unión de Poncela y Tortonese en el Paseo La Plaza es una muestra de ello. Y esto no representa necesariamente un problema. El problema es si esa integración puede realizarse con propuestas estéticas tan similares a las que podían verse en el Parakultural o en el Rojas de fines de los 80. Ver en...