Lucía Baya Casal: Lucro cesante


“El humor es el espejo más amable”

Lo dijo Lucía Baya Casal, directora de “Lucro cesante”, que Ana Katz escribió y montó hace 12 años y ahora tiene nueva versión en Tadrón Teatro, los jueves a las 21.30. En la obra, tres amigas -interpretadas por Carolina Saade, Catalina Luchetta y Milena Shifres- deciden compartir sus vacaciones, pero las expectativas del comienzo van dejando lugar a los problemas y las frustraciones que genera la salida de la rutina y, sobre todo, la convivencia.

Por Hernán Salcedo

¿Cuál es el tema que atraviesa la obra?
Aborda varios temas. Principalmente los inconvenientes que surgen en esos viajes de vacaciones en los que uno pone tanta expectativa y deseos pero casi siempre nos encontramos con otras realidades o, más bien, con la realidad.
En la obra se hace una observación muy minuciosa de algunos comportamientos que se desatan en este momento de vacío donde uno tiene que disfrutar y todo tiene que ser genial.
Entre estas tres jóvenes amigas mujeres, que eso ya es un combo particular, aparecen conflictos bien femeninos de convivencia y problemáticas de la edad. Estas nuevas experiencias invitan a tomar decisiones y animarse a probar cosas. Entonces aparece el tema de los vínculos cuando uno tiene que compartir con los demás, las diferencias, y ceder o adaptarse a un grupo o alguien en particular para una convivencia pacífica.

Uno piensa que las vacaciones son para sentirse cómodo. ¿Creés que en el fondo traen incomodidades?
En el fondo traen la adversidad y no siempre estamos preparados para eso. Todo puede cambiar y que no suceda lo esperado. El clima puede no ser el que uno quería, la compañía puede no comportarse como uno esperaba. Uno mismo puede no sentirse como quisiera. La casa que alquilaste, el lugar, cualquier cosa puede ser motivo de desilusión y que cambie todo en un instante. En el año uno tiene momentos de disfrute que pueden pasar, depende de cada uno, pero en las vacaciones uno sí o sí la tiene que pasar bien. Y a veces esa presión es tremenda. Uno rompe la rutina, allá va a disfrutar y ahí arreglate con el que viaje con vos para combinar descanso, disfrute, diversión, aprovechar el tiempo, leer, o lo que sea que cada uno espera hacer en esos días.

 ¿Los personajes de la obra esconden un miedo a disfrutar?
Creo que se encuentran permanentemente con tener que ceder un poco al deseo individual de cada una y esto genera que el disfrute absoluto a nivel personal no suceda. Siempre están queriendo convencer al otro de que su propuesta sobre qué hacer en ese momento es mejor.
El miedo a disfrutar está latente, pero también aparece un miedo a ese vacío total que a veces sucede en estos viajes, en estos cortes con la rutina, en donde aparecen esos pensamientos que nos enfrentan con los balances del año, con decisiones a tomar, y un poco con nuestras emociones o con nuestras inquietudes más existenciales.

¿Te sentís más identificada con alguno de los tres personajes?
Son las tres unas pesadas y creo que puedo llegar a ser un poco de las tres. ¡Qué densa! (risas) Depende con quién esté puedo ser más o menos insoportable. Igual reconozco que me adapto a los grupos en general, como Wanda, que de alguna forma se va adaptando más a sus compañeras, o decide irse sola si no la siguen. Tiene un par de actitudes que podría tener yo perfectamente. Pero me veo también mandoneando como Amanda, o siguiendo a la masa como Samantha. Un mix de las tres pesadas.

¿Qué pensás del humor como puerta para tratar temas profundos?
Pienso que el humor es lo mejor de lo mejor. Es muy atractivo, es increíble que con el humor uno enseguida conecta con el otro, por más que sea un desconocido. El humor como puerta para tratar temas profundos, tanto en el teatro como en la vida, es una herramienta muy potente.
En el teatro pienso que hasta los espectadores menos sensibles cuando ven alguna escena en la que hacen empatía a través del humor algo les queda resonando. Algo los movió, los despertó, los modificó, les mostró. Algo pasó.
Seguramente con una escena dramática o más intensa también suceda, pero creo que el humor hace que sea un espejo más amable y uno pueda decir más fácilmente "ah claro, somos todos unos densos, ¡qué molesto puedo llegar a ser!".



Lucro cesante
Autora: Ana Katz
Actuación: Carolina Saade, Catalina Luchetta y Milena Shifres
Escenografía y vestuario: Paola Delgado
Iluminación: Horacio Julio Novelle
Asistencia y producción: Paula Sánchez y Maria Eugenia Riera.
Música original: Ian Shifres.
Diseño gráfico: Romina Salerno
Adaptación y dirección: Lucia Baya Casal.

Las funciones son los jueves, a las 21.30, en Tadrón teatro, ubicado en Niceto Vega 4802, CABA.
Reservas: www.alternativateatral.com o 4777-7976.
En Facebook: LucrocesanteTeatro

Comentarios

Mariano Russo ha dicho que…
Muy linda nota Sr Salcedo!!! Como siempre! Y que genia la directora y actriz Lucía Casal!!!

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