Los ciegos

Todos los miedos del hombre de hoy

Es poco representado, es cierto; sin embargo, Maeterlinck fue un autor fundamental en el teatro europeo contemporáneo, por el uso poético y el simbolismo como elementos teatrales para referirse a la angustia del hombre contemporáneo: el miedo a lo desconocido y la negación de la muerte, que es lo que realmente lo hace humano.


Este autor belga, junto a Henrik Ibsen, Anton Chejov, August Strindberg y Gerhart Hauptmann, contribuyó a la transformación de la concepción del drama al expresar estados anímicos en un mundo irreal y simbólico. Con estas características se desarrollan el drama estático (personajes inmóviles, pasivos y receptivos ante lo desconocido); el personaje sublime (que lucha inútilmente contra la muerte, el Destino o la Fatalidad), y la tragedia cotidiana, sin hechos heroicos porque vivir es ya una tragedia.

Como en La intrusae Interior, la temática se refiere a los miedos a la muerte, la soledad, la pérdida de la identidad y el sentido vital, lo sobrenatural, lo desconocido, la locura y la otredad. Doce ciegos se encuentran en mitad de un bosque oscuro, guiados por un sacerdote, y están esperando que regrese para llevarlos nuevamente al hogar. Esa espera desata inquietudes ante el desconocimiento del lugar y la imposibilidad de trasladarse solos, hasta que descubren que el clérigo yace muerto entre ellos. Esta espera puede presumirse como antecedente de las vicisitudes que viven Vladimir y Estragón en Esperando a Godot: la necesidad de llenar el espacio y el tiempo sin llegar a ningún lado.


La puesta es bastante compleja; sin embargo, los directores logran crear una atmósfera de incertidumbre y temor frente a la soledad y el abandono, grandes generadores de angustia. Mediante el vestuario, la escenografía y especialmente la iluminación, se muestra una hechura visual de fuerte impacto estético que contribuye al peso dramático de las acciones.

El elenco realiza una composición coherente para definir las características y temperamentos de cada personaje, con el único reparo de que una poco clara dicción y una disminuida proyección vocal de algunos de los intérpretes provocan que algunos textos no sean totalmente inteligibles.

Fuente: La Nación

Sala: Hasta Trilce, Maza 177. / Funciones: viernes, a las 21.

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