Severino Di Giovanni
Una obra sobre Severino Di Giovanni, sostenida en el boca a boca
La Compañía Argentina de Teatro Libertario, en la pequeña sala del Centro Rosa Luxemburgo, con sede en el conventillo de la calle Carlos Calvo al 500, exhibe todos los sábados una obra sobre el militante anarquista que puso en vilo a la sociedad argentina de la década del `30.
Desde hace tres temporadas, los actores dan vida a la singular puesta que apunta a lo espartano; no obstante lo cual, tanto la calidad del texto como el vestuario hacen olvidar tanta carencia escenográfica.
Si no fuera por el boca a boca, nadie sabría que en un viejo conventillo de San Telmo, se pone en escena la vida del anarquista más peligroso que pisara suelo argentino.
La puesta cuenta la vida de Severino Di Giovanni, un hombre que repartió sus sentimientos entre la demoledora devastación de la dinamita y el rebelde amor por la adolescente América Scarfó.
La pieza teatral posee un texto de excelencia, dotado de una brillante y vertiginosa estrategia escénica, lo que mantiene sin decaer el interés de los espectadores.
El espectáculo está cumpliendo su tercera temporada y la heterogeneidad del público asistente le da su debido mérito a la historia.
Su autor, Pablo Soler, está acompañado por un elenco de 10 jóvenes artistas que comparten con él su idea del teatro no mercantilista.
"Nuestro teatro no es complaciente con la sensibilidad tradicional burguesa y mercantilista. El éxito teatral de esta obra es casi un secreto, ya que la crítica no concurre a las salas pobres", afirma el veterano director y agrega que "Severino Di Giovanni es una estrategia teatral que puede ser representada en cualquier escenario, ya que es un proyecto artístico caracterizado por una producción más que humilde y por la inquebrantable fidelidad del público que nos acompaña", concluye.
El modo de retribución es a la gorra, sin ningún tipo de apoyo económico ni andamiaje publicitario ni de prensa, solo la recomendación del público, quien la ha convertido en un éxito, contando además con el beneplácito y apoyo de las familias Di Giovanni y Scarfó.
Fuente: Télam
La Compañía Argentina de Teatro Libertario, en la pequeña sala del Centro Rosa Luxemburgo, con sede en el conventillo de la calle Carlos Calvo al 500, exhibe todos los sábados una obra sobre el militante anarquista que puso en vilo a la sociedad argentina de la década del `30.
Desde hace tres temporadas, los actores dan vida a la singular puesta que apunta a lo espartano; no obstante lo cual, tanto la calidad del texto como el vestuario hacen olvidar tanta carencia escenográfica.
Si no fuera por el boca a boca, nadie sabría que en un viejo conventillo de San Telmo, se pone en escena la vida del anarquista más peligroso que pisara suelo argentino.
La puesta cuenta la vida de Severino Di Giovanni, un hombre que repartió sus sentimientos entre la demoledora devastación de la dinamita y el rebelde amor por la adolescente América Scarfó.
La pieza teatral posee un texto de excelencia, dotado de una brillante y vertiginosa estrategia escénica, lo que mantiene sin decaer el interés de los espectadores.
El espectáculo está cumpliendo su tercera temporada y la heterogeneidad del público asistente le da su debido mérito a la historia.
Su autor, Pablo Soler, está acompañado por un elenco de 10 jóvenes artistas que comparten con él su idea del teatro no mercantilista.
"Nuestro teatro no es complaciente con la sensibilidad tradicional burguesa y mercantilista. El éxito teatral de esta obra es casi un secreto, ya que la crítica no concurre a las salas pobres", afirma el veterano director y agrega que "Severino Di Giovanni es una estrategia teatral que puede ser representada en cualquier escenario, ya que es un proyecto artístico caracterizado por una producción más que humilde y por la inquebrantable fidelidad del público que nos acompaña", concluye.
El modo de retribución es a la gorra, sin ningún tipo de apoyo económico ni andamiaje publicitario ni de prensa, solo la recomendación del público, quien la ha convertido en un éxito, contando además con el beneplácito y apoyo de las familias Di Giovanni y Scarfó.
Fuente: Télam
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