Pilar Gamboa, Esteban Bigliardi, Susana Pampín, Rafael Ferro y Romina Paula: Fauna



Una fauna y sus faunos

Pilar Gamboa, Esteban Bigliardi, Susana Pampín y Rafael Ferro, con la dirección de Romina Paula, hacen Fauna, obra que llevarán a París siguiendo el camino de El tiempo todo entero

Ensayo general de Fauna , la nueva creación de Romina Paula, en el Cultural San Martín. Romina se ubica en la última fila, cerca de Alicia Leloutre, encargada del diseño espacial. "¿Hacemos cortes o vamos directo?", pregunta. "Toda, vamos directo", redobla la apuesta Pilar Gamboa, y se sube a un caballete con una montura arriba. A cabalgar entonces.

A dos días del estreno que se produjo el jueves pasado, el tercer trabajo de la Compañía El Silencio toma forma. Recordemos: Romina ya escribió y dirigió Algo de ruido hace y El tiempo todo entero , dos trabajos exquisitos que traspasaron las fronteras de una sala de Almagro para proyectarse en escenarios del mundo. Durante el ensayo, cuando el cruce entre Gamboa, Esteban Bigliardi (del grupo original), Susana Pampín (quien se sumó en el segundo trabajo) y Rafael Ferro (el "nuevito") alcanza densidades de un humor latente, Romina lo disfruta a sus anchas. "Suena medio patético eso de estar festejando mis propios chistes -dice ahora ella fiel a su estilo directo-. Igual, si no lo pasamos bien, estamos en el horno." Tiene razón. Fauna lleva horneándose desde hace cosa de un año y tres meses.

Ahora, a minutos de haber terminado el ensayo, señala: "El estreno es el principio de lo que la obra puede llegar a convertirse. Fauna es menos «sencilla» que El tiempo todo entero , tiene más capas, y todavía no sé hacia dónde puede llegar a ir. No creo que sepamos exactamente lo que estamos haciendo. El público dirá". Honestidad brutal. Típica reflexión suya muy por lejos de esa especie de marketing teatral en el que el actor o el director o el dramaturgo se sientan frente a un micrófono para "vender" lo suyo.

La misma honestidad de Esteban Bigliardi, uno de los actores fundadores del grupo. "Recién hubo momentos en que los sentí y, otros, en los que me iba. Pero es raro, es la segunda vez que hacemos un pasada con todo. Ahora sólo tengo ganas de fumarme un cigarro y tomarme una birra, es lo que pide el cuerpo", se ríe, mientras Matías Sendón y Sebastián Arpecella arreglan las luces para unas fotos de prensa. En sintonía con sus palabras, Pampín acota: "Fue un proceso intenso. Es raro, muy raro. Recién ahora estoy empezando a comprender el todo, aunque hay dimensiones que todavía no las comprendo". Dicen esto por fuera de la angustia. Todo lo contrario, como si el misterio por develar fuera el motor de la búsqueda.

"Por momento tengo la sensación de que ensayamos más de la cuenta", reconoce Romina Paula. Habría que explicar este asunto: Fauna debería haberse estrenado en octubre del año pasado en el Tacec, de La Plata. Cosas de la crisis económica en la provincia, aquello no se concretó. Hubo otro contratiempo: Esteban Lamothe, otro miembro fundamental del grupo (como cada uno de la compañía) tuvo que dar un paso al costado. Ahí fue cuando apareció Rafael Ferro.

El proceso para llegar a él fue sencillo. "Apenas leyó el texto, aceptó. Era un perfecto desconocido para nosotros, pero se entregó." El que se entregó ahora da su versión de los hechos: "Soy el nuevo y eso fue todo un tema. Más que un grupo, ellos son una familia; por lo cual, fue como reemplazar a un miembro de esa familia. De todos modos, me la hicieron fácil. ¿Yo? Superagradecido".

El personaje de Rafael, un tal José Luis, es el mismo que en un momento reniega de las historias de vida llevadas a escena. Es gracioso, porque lo dice un actor que, justamente, llevó a su vida a escena cuando Edgardo Cozarinsky montó Squash, e scenas de la vida de un actor. En plan asociativo, en el espectáculo Pilar Gamboa hace de una actriz. Una actriz que está elaborando un personaje para una película. Esa persona es Fauna ("una suerte de amazona, una mujer culta y salvaje", apunta la autora del montaje).

Para el programa de mano, Romina escribió: "No sé de dónde sale Fauna . Recuerdo, sí, haberme preguntado por el nombre de una calle, Concepción Arenal. Una calle que me habitué a nombrar sin pensar que era un nombre propio de una persona, con suficientes méritos como para dar nombre a una calle. Investigo a Concepción Arenal; me entero de que fue una escritora feminista de fines del siglo XIX, que, entre otras muchísimas cosas, se vestía de hombre para poder asistir a la universidad y a los círculos de poetas, para poder acceder a la vida cultural pública. Esta imagen me conmueve, la presencia de esta mujer de incógnito entre los hombres abre el umbral para muchas, ¿cuántos de esos hombres y muchachos no habrán sido en realidad mujeres haciendo de?".

En su día de cumpleaños, Romina, actriz recurrente del cine independiente, confiesa: "Tengo mucho amor por las palabras. De ahí las citas a poesías de Rilke que aparecen en la obra o las citas a obras que he leído y que un poco vienen a cuento de la reflexión sobre la representación. Por eso Shakespeare y Calderón, dos lugares comunes. Durante los largos procesos de ensayo de nuestras tres obras a lo que más tiempo dedico es al trabajo con los actores. Eso tiene que ver con la constante reflexión sobre qué es actuar".

Más allá de esa capa de reflexión metateatral, Fauna se presta a otras lecturas. En la obra, por ejemplo, el personaje de Bigliardi le dice al de Ferro: "Soy rudo, y me encuentro enamorado de usted, que es tan débil". A partir de esa declaración, cada personaje irá confesando su amor al otro. ¿Casi la contracara al personaje central de su novela Agosto, en la que una amiga declara su enamoramiento a su amiga muerta? "Puede ser, son temas que me convocan, que son parte de mi vida. Debe haber proximidades. Igual, en Fauna no quiero hacer un manifiesto sobre determinadas conductas sexuales. Quise que todo fuera posible. La declaración de amor entre ellos es como la pregunta de qué es amar y a quién amo."

Luego de sus presentaciones en el Cultural, el espectáculo se mudará a la sala Espacio Callejón. A los pocos meses, hará temporada en el Théâtre de la Bastille, de París. Primero la obra iba a llamarse Concepción Arenal . "Pero Concepción, concebir...; me parecía mucho", se ríe. Otro de los personajes se llama María Luisa, por ahí anda la Bemberg. "En el ensayo de recién me acordé de eso. Se ve que fui borrando las huellas", acota.

La que no borra las huellas al minuto después de la pasada es Pilar Gamboa. Con los ojos a pleno, dice: "Ahora siento alivio. Lo más difícil es estar de verdad en el escenario, desarrollar la escucha". Ella, como el resto, saben ocupar el escenario. Y, como pocos grupos, ellos conocen la situación de escucha, de estar atento a cada palabra, a cada silencio para, luego, desplegar sus mundos. La pieza transcurre en el litoral en una ligera referencia a Horacio Quiroga. "Su madre se llamaba Pastora Forteza, por eso el apellido de Fauna es Forteza. También quería elegir un nombre que fuera posible el masculino y el femenino, ya que ella va vestida tanto de hombre como de mujer."

Así se va armando una atmósfera en la cual se mezcla lo ficcional con lo real, lo diverso con el deseo y el humor, siempre, como agazapado. "Aunque cueste lograrlo, el humor es fundamental. Cuando estrenamos El tiempo todo entero, no se reía nadie. No estaba funcionando, era clarísimo. Acá, por momentos, nos pasa lo mismo. Si esta obra la ves entera y no te reís, es porque fracasamos."

Romina Paula es así. Ellos son así, tan directos y contundentes como cuando se suben al escenario.

Fauna
De Romina Paula
Cultural San Martín , Paraná y Sarmiento.
Funciones , de jueves a sábados, a las 21, y los domingos, a las 19 (desde $ 40)

Fuente: La Nación

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