Marcelo Katz, Marcos Arano y Martín Joab: Los fabulosos Singer



Arte y familia en los claroscuros de "Los fabulosos Singer"

“Los fabulosos Singer”, la colorida puesta teatral encabezada por Marcelo Katz, Marcos Arano, Carolina Saade y Julia Katz, inspirada en una disfuncional familia de artistas de variedades, propone un atractivo contraste entre una vida de camarines plagada de cotidianeidades irresueltas y el mágico mundo que construyen cuando se suben al escenario.

Acompañados por trastos viejos, cacharros, descoloridas telas e instrumentos musicales desvencijados, los tres miembros de la familia de artistas ambulantes que dan vida a “Los fabulosos Singer” develan su impronta nómade llevando a cuestas, por partes iguales y a cada pueblo remoto que visitan, sus novedosos números artísticos y sus viejos y recurrentes problemas personales.

“Nos gustaba mucho esa diferencia entre la oscuridad de la familia turbia que aparece detrás de escena y, por otro lado, los números brillantes y divertidos que permiten armar una mirada un poco tragicómica sobre ellos mismos”, señaló a Télam Marcelo Katz sobre la puesta que dirige Martín Joab.
 
Y esta libertina versión  de núcleo familiar que componen Fabricio (Arano), su hermano Roque (Katz) y la hija de éste último, Sofía (que en cada función interpretan alternadamente Julia Katz y Carolina Saade), es el resultado de una cuarta generación de músicos y humoristas que, tal vez sin preguntárselo demasiado, continuó como pudo una fuerte impronta de tradición genealógica.

Dueños de una voracidad inequívoca por impresionar a su público con la originalidad de sus números, los Singer ostentan una verdadera capacidad para hacer grandes cosas con los elementos más simples.

“Hay un punto donde ese mundo de artistas ambulantes es muy cercano para nosotros, porque además de actores tenemos una inserción muy activa en el clown, donde esta cosa de tener un número y poder representarlo en un lugar u otro todavía existe y nos sentimos un poco parientes de aquellos”, advirtió Katz.
 
Un ventilador prendido y rollos de papel higiénico logran hermosos garabatos en el aire, una página doble de un diario puede oficiar de una máscara que esconde un sinfín de expresiones distintas y dos cucharitas pueden ser la versión “unplugged” de una bailarina de tap sin demasiado talento.
 
Sin embargo, cuando se cierra el telón, el mediocre glamour de las dicroicas cede y la rutina familiar se impone para recordarle a Sofía que su mamá la abandonó cuando era pequeña; que desde hace 13 años Roque sigue buscándola entre el público y que, además, alguien tiene que ocuparse de que la niña rinda libre, en algún momento, las materias del colegio.

“En todo ese contexto creímos que era simpático mostrar a esta chica criada por dos hombres un poco cavernícolas que no tienen mucho tacto y toman whisky o juegan al póker con ella, la hacen trabajar y dormir de hotel en hotel”, explicó Arano, quien es docente en Espacio Aguirre, la escuela de clown de Katz

Y sobre esa dualidad, Joab resaltó que “la propuesta dramática impone un juego donde lo artístico se mezcla con su vida real, porque tienen incorporado el gag en su vida cotidiana, es un límite difuso de comprender y eso es lo que le imprime otro atractivo a la propuesta”.

“Al tener esta historia familiar, más allá de las cuestiones dramáticas, ayuda a que la parte de los números y de corte más artístico cobre más peso. Son como dos niveles que se resignifican constantemente y se sustentan una al otro”, añadió el director.
 
Por eso, “Los fabulosos Singer” tiene cierta reminiscencia a “Top Top top”, el espectáculo que Katz presentó el año pasado en la misma sala del Centro Cultural de la Cooperación: una suerte de desglose de su novela familiar que, en clave de clown, recorría los rincones más recónditos de su propia identidad.
 
“Es como si ambas obras fueran parte de una misma serie -indicó Katz- contienen una manera de hacer clown muy artesanal, las dos historias son bastante intimistas y están relacionadas con la identidad, la familia, con una dramaturgia que contiene a los juegos clownescos pero que son más teatrales. Son espectáculos delicados llenos de sutilezas y detalles”.

“Los fabulosos Singer” se presenta los sábados a las 23 y los domingos a las 20.15 en la Sala Raúl González Tuñón del Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes 1534).

Fuente: Télam

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