Festival Polo Circo


El circo vive en la plaza y rodeado de gente

El espectáculo circense contemporáneo ha alcanzado un alto grado de sofisticación, como el que exhiben las compañías internacionales que integran la programación del Festival Polo Circo. Algunas de ellas plantean estéticas y temáticas dirigidas exclusivamente a público adulto. Pero ello coexiste con la permanencia de la antigua tradición de divertimento para todas las edades, esparcido en escenarios itinerantes, inscriptos en la corriente de los espectáculos de feria. En el Festival tienen su expresión en las múltiples propuestas en plazas y espacios abiertos a lo largo y ancho de la ciudad.

Así alcanzan cuatro cajones y unas colchonetas para armar la escenografía imprescindible para los saltos y malabares de Doctor Cerebro, el personaje encarnado por Federico Marotta. Apenas con el apoyo displicente de una asistente, que siempre masculla alguna protesta, monta el artista sus números -"experimentos", los llama, ante el resultado siempre incierto- lanzando el diávolo hacia el cielo de la plaza, maniobrando sobre su monociclo sobre las irregularidades del empedrado, o saltando por encima de un cuarteto de espectadores un tanto azorados.

Entre fracasos y triunfos arma una dinámica de compromiso cómplice con los espectadores, instalados en buena parte con la intermitencia potencial del espacio abierto que les permite agregarse o desagregarse de la función con total libertad. No falta tampoco algún par de perros que se suman con ladridos y corridas. Todo ello es hábilmente atajado por el Doctor Cerebro y su asistente. Poco falta para que convoquen incluso a los canes a cooperar en alguno de los números. La desprolijidad e informalidad aparente es parte de esa tónica callejera que implica un clima de relajada alegría común entre artistas y público.

Entre la plaza y la programación internacional se instala la retrospectiva de La Arena, el grupo dirigido por Gerardo Hochman que instaló hace una década y media la modernidad del circo entre nosotros, con su fusión de destreza y relato. Este fin de semana culmina la serie de sus puestas en escena con la presentación de Avalancha en el Anfiteatro de Mataderos. Se articula de este modo un abanico de propuestas variadas que abarca públicos en formatos y edades diversas, temáticas y dimensiones diferenciadas, pero un común denominador de sorprender, hacer reír y generar suspenso en pequeña o gran escala, con un gesto mínimo o con la voltereta más espectacular, en esta fiesta anual que es el Festival Buenos Aires Polo Circo, que cierra sus pistas este fin de semana.

LO QUE QUEDA DEL FESTIVAL

Propuestas especialmente pensadas para los más chicos

Doctor Cerebro: mañana, a las 14.30 y a las 16, en Polo Circo, Juan de Garay y Combate de los Pozos; y pasado mañana, a las 15, en el Parque Indoamericano.

Salto rodado: hoy, a las 18, en el Centro Cultural Carlos Gardel, Olleros 3640, Villa Urquiza; y mañana, a las 18.30, en el Centro Cultural Julián Centeya, San Juan 3255.

El camino de Wang Tang: pasado mañana, a las 17, en el Centro Cultural Adán Buenosayres de Parque Chacabuco.

Misión Diversión: mañana, a las 15, en la Plaza Ricciardelli, Villa 1.11.14 del Bajo Flores.
Ludus: pasado mañana, a las 15, en Polo Circo, al aire libre.

La Pista Tango: hoy y mañana, a las 19, en Polo Circo.

Avalancha (retrospectiva La Arena): pasado mañana, a las 17, en el Anfiteatro Mataderos.

Entrada libre, se pueden retirar con anticipación en Casa de la Cultura, Av. de Mayo 575, hoy, de 11 a 19.

Fuente: La Nación

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