Damián Iglesias: Calígula


En la carne del poder despótico

El talentoso actor protagoniza por tercera vez Calígula, de Pepe Cibrián

En 2000, el actor y cantante Damián Iglesias llegó a audiciones convocadas por Pepe Cibrián casi por casualidad, empujado por una amiga que lo incentivó a acompañarla como postulante para la audición. Aquel espectáculo de Las mil y una noches tuvo una convocatoria multitudinaria, y después de un mes de pruebas y más pruebas finalmente quedó en el elenco con un papel destacado en el segundo acto.

Trece años después, Iglesias regresa a los escenarios de la mano de la dupla Cibrián-Mahler como protagonista de una nueva versión de Calígula , musical inspirado en la figura de Cayo Julio César (12-41 d.C.), el emperador romano que se distinguió por imponer la arbitrariedad y la crueldad como mecanismos en el ejercicio de un poder desmedido. "No creo en las coincidencias. Más bien creo que todo está bastante marcado y uno solamente tiene que saber escuchar ciertas cosas para que la vida lo vaya guiando. Al menos así me sucedió durante toda mi carrera. Tuve la suerte de saber escuchar adónde debía ir. En esta profesión podés estar muy arriba de la ola y de repente encontrarte en el llano, y hay que saber cómo acomodarse para permanecer. Lo importante es la permanencia", dice.

A partir de 2001, la marea del teatro musical comenzaba a subir en Buenos Aires y Damián Iglesias se encontró de pronto sobre la ola más alta con la dirección de Pepe Cibrián, con una seguidilla de roles destacados y protagónicos que sucedieron a su debut, como Aquí no podemos hacerlo (2001); los protagónicos de Calígula (2002 y 2005) y El fantasma de Canterville (2003-2004); La importancia de llamarse Wilde (2004) y Edelweiss (2006), entre otras. A partir de 2007 giró por América latina con una compañía de licencias de Cartoon Network y diferentes firmas vinculadas al público infantil, y en 2011 regresó a Buenos Aires con Pour la Gallery y Smail , junto a Aníbal Pachano.

Nacido en el barrio de Lugano, en el seno de una familia de clase media, Iglesias cuenta que en su infancia era un chico bastante retraído, pero descubrió tempranamente que quería ser actor. "Por suerte mis padres siempre me inculcaron el arte y la cultura, y me dieron la opción de elegir lo que quería hacer. Así comencé a estudiar teatro, me anoté en el Coro Popular de Buenos Aires y empecé a hacer bolos en TV", recuerda este talentoso artista, con los pelos revueltos y teñidos de rubio, según lo requiere su personaje de Calígula, mezcla de psicópata y megalómano.

Presentada como una obra "original y moderna, audaz, transgresora y polémica", Calígula hace foco en la seducción del poder que atraviesa los diferentes períodos de la historia en todas sus facetas, en un cóctel explosivo que conjuga corrupción, ambición, envidia, impunidad, perversión, libertad, sexo, libertinaje, amor, traición, lujuria, asesinatos y muerte, con 16 artistas en escena (lo acompañan Gabriela Bevacqua, Diego Rodríguez, Nicolás Pérez Costa, Leandro Gazzia y Tiki Lovera, entre otros).

"La transgresión tiene que ver con poner sobre la mesa esa sensación de inestabilidad y a la vez de estabilidad que siempre sobrevuela en el país. Un círculo que va de un extremo al otro y se repite sucesivamente. Calígula representa la seducción del poder, tanto en el ámbito público como en el privado, y de cómo ese poder puede manipular la opinión pública. La transgresión consiste en hablar sin tapujos de lo que está pasando", concluye.

Calígula
De Pepe Cibrián Campoy
C. C. Konex, Sarmiento 3131.
Jueves y viernes, a las 20.30; sábados, a las 21; domingos, a las 19.
Entrada, 120 pesos.

Fuente: La Nación

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