Pablo Marín: Festival de Varietés

Lo mejor del varieté vive en Guapachoza

Durante dos semanas, una casa del Abasto albergará a los amantes del género

Pocos días después de haber inaugurado la sala Guapachoza, en el barrio del Abasto (Jean Jaurès 715), nevó en Buenos Aires. Pablo Marín, uno de los cuatro hermanos dueños de este espacio, interpretó el hecho como un excelente augurio. Con aquella gélida lluvia blanca, en julio de 2007, se inauguraba y bautizaba un cálido templo que acunaría a espectáculos de varieté. Es aquí donde, a partir de pasado mañana, se lleva a cabo el Festival de Varietés, que este año celebra su VI edición.

Payasos, cómicos, monologuistas, titiriteros, malabaristas, músicos y todos los artistas especializados en este género se darán cita en este festival. El dúo Alberto & Alberto y el ya clásico Varieté de Guapachoza, así como Clave Cubana, La Grottesca Varieté, Briza Perdida, Los Titirifeos y Los Pipis participarán de este encuentro. Además, Anita Martínez presentará su espectáculo De vuelta al barrio y dará un seminario de composición de personaje, mientras que Marín, que también es uno de los programadores del ciclo, dictará un taller de clown.

El Museo Gardel es uno de los límites naturales, separados apenas por una medianera, de la sala Guapachoza. "Gardel fue socio fundador de la Fundación Internacional de Varieté. Ésos fueron sus inicios. María Elena Walsh le dedicó un tema [«El viejo varieté»]. Sin embargo, hoy este género está subestimado. El circo y el varieté tienen el karma de ser un género menor", lamenta Marín, quien tiene una vasta formación en actuación y en esta disciplina. Este artista y docente es conocido en el circuito por su personaje de un gaucho torpe y adorable llamado El Hernández.

"El varieté tiene algo de posmoderno. El público lo pasa bien con números que no exceden los diez minutos, todos con un hilo conductor, conducido por un presentador. La gente toma algo, cena, y se divierte. El 90 por ciento de los números ronda el humor. En el festival tienen la posibilidad de ver reunidos a todos los exponentes de este género a lo largo de dos semanas", explica.

Durante una temporada de trabajo en Ecuador, donde se presentó en varias playas, Marín escuchó el término Guapachoza: "Se refiere a una casa sólida, confortable, que se la banca. Por eso le pusimos así". Poco a poco, fueron tirando paredes de esta construcción chorizo. Hoy la sala ocupa el espacio donde antes funcionaban cinco habitaciones. Además, fuera del marco del festival, Guapachoza ofrece espectáculos todos los días y se convirtió en una cita obligada para los habitués de la movida de La Bomba de Tiempo.

"Un varieté tiene algo de zapping. Es puro ritmo. Y a su vez se distingue de otros espectáculos por el recibimiento que tiene en el público", resume Marín. Toda la programación en www.guapachoza.com.ar .

Fuente: La Nación

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