Enrique Federman: El triángulo de las Bermudas



Federman, un director en proceso de cambios

El destacado clown asegura no extrañar la actuación y dirige El triángulo de las Bermudas, que estrena hoy

Destacado actor, especialista en clown, la carrera de Enrique Federman poco a poco fue desplazando su costado interpretativo para volcarse de lleno a la dirección. En algún momento sintió que estaba cansado de sus unipersonales -"de trabajar solo y sufrir"- y ahí fue cuando Carlos Belloso le propuso dirigirlo en Pará fanático, una experiencia que le abrió las puertas a otro mundo creativo.

"No es que no quiera actuar, pero no extraño eso - aclara Federman-. Hace poco tuve una pequeña participación en La vida es sueño, de Calderón, en el San Martín, y estuvo bueno hacerlo. Hoy no me calienta estar en el escenario, me parece que me limé un poco con el unipersonal, el clown. Me cansé. Prefiero el trabajo colectivo. No fue fácil tomar la decisión. Lo que yo hacía a la gente le gustaba, pero a mí ya no. Extrañamente, en un mismo año dejé el clown, dejé de fumar y aprendí a nadar."

Desde entonces su actividad se reparte entre la dirección y dar clases. A lo que suma, en la mayoría de sus espectáculos, la labor de dramaturgo: Perras, No me dejes así, Viene sucediendo, por citar algunas de sus últimas producciones. A través de ellas explota el placer de escribir y, además, de manera conjunta con sus actores.

Un nuevo proyecto lo enfrenta ahora a varios cambios. Se trata de El triángulo de las Bermudas, una pieza de la guionista televisiva y cinematográfica Gisela Benenson que, el viernes 21, estrena en el Beckett Teatro, interpretada por Laura López Moyano, Mariana Chaud y Alejo Mango.

"Este trabajo es muy distinto por varias razones - explica el director-. No soy el autor y tampoco es una creación colectiva. Gisela escribió esta obra y me la propuso. La leí y descubrí que me gustaba mucho su trama, su intriga. Es un verdadero proceso de investigación, porque trabajo con actores con quienes nunca había trabajado y con una autora. He tratado de dotarlos a ellos de mi pensamiento acerca del trabajo del actor. Y si hablo de investigación es porque tenemos que entrecruzar mundos. Y esto también con la autora, yo tengo que meterme en su mundo y agotar el mío, y ver si imbricamos y hacemos algo potente. Hasta hay una escenografía en esta propuesta, algo poco habitual en mis espectáculos."

El triángulo de las Bermudas muestra la historia de una mujer que, al salir de la cárcel, acusada de intento de parricidio, se encuentra con que su hermana ha alquilado las habitaciones de su casa. Uno de los habitantes dice ser su padre. "Lo interesante es que el triángulo de las Bermudas resulta algo virtual - comenta el creador-. No se sabe muy bien dónde está ubicado, cuál es su forma real y si suceden las cosas que dicen que suceden. Hay algo de ficción/verdad que me resulta muy atractivo. En esta obra cada personaje tiene su propio triángulo, hacía él se fuga y desaparece por un rato."

A través de estos diferentes procesos de trabajo, Enrique Federman va afirmando algo de lo que está muy convencido: "La mejor idea siempre la puede tener el otro y hay que estar muy dispuesto a aceptarla y a trabajarla. Lo que más me gusta del actor es verlo brillar y ésa es mi apuesta.".

El triángulo de las Bermudas
De Gisela Benenzon, dirigida por Enrique Federman
Viernes, a las 21, en Beckett Teatro, Guardia Vieja 3556, $ 60.

Fuente: La Nación

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