Mariana Obersztern, Nacho Ciatti y Vivi Tellas: Si el destino viene a mí, Hipnosis, enredaderas, desastres, y La bruja y su hija


La vida, guía de uso

El “Proyecto Manual” presenta tres obras a base de textos destinados a establecer reglas procedimentales.

Un manual es una llave universal para ingresar en un mundo con reglas propias, desde el manejo de un lavarropas hasta el catecismo. Pero qué pasaría si en lugar de instructivo general, se ubicara como objeto a deconstruir; si en vez de dogma fuera una pregunta; si, lejos de ordenar un camino, invitara a abrir otra puerta. Con esa consigna irreverente nació en 2011 Proyecto Manual , ahora en su segunda edición y hasta fin de agosto, en el Centro Cultural Rector Ricardo Rojas. Esta vez, el trío de dramaturgos-directores invitado a poner en crisis tres manuales a elección con el objetivo de lograr tres obras teatrales son Mariana Obersztern, Nacho Ciatti y Vivi Tellas.

Si el destino viene a mí es el trabajo de Obersztern realizado sobre el Manual de procedimientos de auditoría interna . “Lo elegí por el título. Me imaginé un cúmulo de personas en estado de pensamiento. Herramienta empresarial, lo que en el manual es una mirada hacia el interior de un sistema en busca de la detección de desajustes y probabilidades de error, en la obra se transformó en una mirada hacia el interior del ser. Los seis actores están en estado de pregunta: ¿qué tengo que hacer?, ¿dónde está escrito?, ¿lo tengo que inventar?”, dice la directora de Lengua madre sobre fondo blanco y El aire alrededor , quien reconoce las resonancias de Seis personajes en busca de autor , de Luigi Pirandello: cuando Lina (Laura Paredes) reclama a cabina (“¡Decí lo que tengas que decir!”) le está reclamando al autor acerca de los esfuerzos que supone existir.

Material árido, su interventora encontró al Manual “desesperante, obsesivo y tremendamente paranoico” y lo abandonó durante la escritura de la obra para después retomarlo durante los ensayos. “Usamos la idea de auditoría para instaurar el entramado escénico: el vínculo de los actores entre sí, consigo mismos y con el espacio; y luego, la sustituimos por la idea de conciencia excesiva, ya que producía esa duplicación que me interesaba investigar: el impulso actoral en busca del personaje y la mirada auscultadora y hasta reprobatoria sobre ese impulso”, dice sobre la imposibilidad de estos seres de avanzar en algún sentido.

Nacho Ciatti, mientras tanto, presenta Hipnosis, enredaderas, desastres a partir del Manual de Hipnosis , de Franco Granone. “Elegí ese manual por una anécdota que investigué hace tiempo: la hipnosis que sufrió el compositor ruso Sergei Rachmaninov para salir de un gran bloqueo, tras la cual compuso sus mejores piezas. Este hecho me llevó a preguntarme por los poderes de esta técnica”, dice Ciatti, que funda la estructura dramática de la obra en el procedimiento de hipnosis clínica. Es en esos trances que aparecen los recuerdos del protagonista, Juan (José Escobar), cuya historia fue tomada de testimonios reales del libro, escrito en 1973 y con gráficos y fotos que influyeron en la estética de la puesta.

“Primero quise contar la historia a partir de esos flashbacks justificados dramáticamente por la excusa de la hipnosis. Y a la vez, me interesó que rondara la superación de una crisis profunda, una crisis de responsabilidades de un padre joven, situación que veo repetirse con mucha frecuencia. El resto de los personajes representa una esfera de sus responsabilidades o relaciones: familia, hijos, amor, amistad”, dice Ciatti.

Desde hace diez años, investiga y busca teatralidad fuera del teatro. Fundadora del Centro de Experimentación Teatral (CeT) en el Rojas, ex directora del teatro Sarmiento del CTBA y creadora del ciclo Biodrama y Proyecto Archivos , Vivi Tellas eligió el Manual práctico de las manifestaciones espiritualistas , del pedagogo francés Allan Kardec (mediados del siglo XIX), para dar a luz La bruja y su hija .

“Yo ya estaba pensando en trabajar con médiums cuando apareció esta oportunidad y el manual resultó perfecto como punto de inspiración y objeto fetichista, un marco accidental y aleatorio”, dice la directora, que trabaja con personas no entrenadas en la actuación para sus biografías en escena: “Es mi posición política en contra del control. La inocencia de los intérpretes, la fragilidad, el error y el azar son las situaciones que me interesan y conmueven en este momento”.

Este biodrama pone en escena la relación entre una madre bruja y su hija discípula. Ninguna de las dos leyó el manual. “Trabajamos sobre sus biografías y el mundo oculto, invisible, en el que viven –dice Tellas– y fue fascinante: después de cada ensayo, quedaba totalmente desorientada, había un cambio en el tiempo muy extraño. Hoy creo que es una obra infantil, oscura, sobre la muerte.”

Fuente: Revista Ñ

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