Martín Campilongo: Campi, el unipersonal


“Yo vengo de hacer teatro en la calle”

El actor está al frente de un unipersonal en el que desarrolla cinco personajes bajo la dirección artística de Antonio Gasalla. Habló de su paso por la televisión, de política y de su gran amor, la conductora Denise Dumas.

Es más conocido por la tele. Apareció por primera vez en la tribuna de Nico Repetto y ese salto lo sacó un poco del lugar donde mejor se sentía, el under. Martín Campilongo, más conocido como Campi, volvió el año pasado por unos meses a las tablas y le fue tan bien que ahora está en medio de una segunda temporada con Campi, el unipersonal. La obra lo tiene feliz. “¿La viste? Te va a encantar”, dice apenas empieza la nota y no para de hablar de lo mucho que le gusta trabajar en teatro. “Me encanta la tele, pero el teatro es la mina más linda”, explica. “Es que yo vengo de acá, de hacer teatro en la calle, a la gorra. Pasa que trabajé en grandes producciones, y ahí es distinto, hay un riesgo que no tenés, no te asomás a ver cuánta gente hay, y siempre está tu guita a fin de mes”, cuenta el actor. Su trabajo tuvo el asesoramiento de Antonio Gasalla en el armado de sus personajes (ver recuadro) y la dirección artística del actor.
Campi viene de participar en algunos capítulos de Los únicos, de un papel en el film Masterplan y prepara Chaucito, una obra de Ramiro Gigliotti que tendrá asistencia de Rubén Szuchmacher. Mira con curiosidad a todo el que pasa, cada persona es un mundo para él y sacará de ellos alguna palabra, un gesto, una frase. “Ese es mi trabajo, jugar a ser otro”, comenta el actor.

–¿Estás todo el tiempo observando a la gente?
–Sí, aunque el punto de partida soy yo. Hago un personaje que tiene mucho que ver con mi abuelo, es el Turco, un tachero peronista, pero peronista de Perón y Evita, no de Victor Laplace y Nacha Guevara haciendo de Perón y Evita, y bueno así era mi abuelo, llegué a ese personaje desde mí.
–¿Estás todo el tiempo pendiente de tu trabajo actoral?
–Trabajo mucho. Antes de armar un personaje lo tengo que dibujar, a mí me gusta mucho este laburo. Estudié para hacer prótesis dental cuando tenía que hacer a Tevez y no conseguía a nadie que haga la dentadura, hago las pelucas, me encanta armar las escenografías, los trabajo hasta el final.
–¿Y cómo armás los guiones, mirando?
–Soy creativo y siempre laburé de escribir, de actuar, de convencer a la gente de que soy otro. Con la escritura me llevo bien. Hasta hace poco escribí guiones para varios programas de Centroamérica, para Puerto Rico, República Dominicana… Hice cosas para CNN. Todo el tiempo me disparan cosas que me salen y las escribo.
–¿Y cómo te nació tanta pasión por el teatro?
–Me parece que vino porque soy único hijo y jugaba solo, además, nunca me gustó el fútbol. Tenía mis amigos del barrio pero tenía que inventar juegos que fueran más seductores que la pelota, entonces inventaba disfraces y cosas así que les gustaban también a mis amigos. A mí me regalaban pelotas y yo les daba a ellos para que jueguen.
–¿Cómo llegaste a la televisión?
–Estaba laburando a la gorra en los sótanos, salía en la mitad de los recitales de Caníbal Urbano, de Los Piojos, de la Bersuit y hacía monólogos, y me iba muy bien. Para ese entonces, se armó esto de la Tribuna de Nico (Nicolás Repetto) y un amigo me pidió que lo acompañara al casting. Yo no quería saber nada, porque la tele y el under son el agua y el aceite. El casting duró como tres meses, al primer mes ya quería estar y al tercer ni te cuento. La televisión es mágica para mí, me encanta.
–¿Te llama la atención el fenómeno Tinelli?
–No, me llama la atención la sociedad. La sociedad eligió a Marcelo, él es sólo un referente. Tiene una gran antena y recibe lo que la gente quiere y se lo da. La gente quiere empanada de roquefort con jamón y él tiene el mejor roquefort y el mejor jamón. Me llama la atención cómo la gente elige ver gente peleándose y les encanta, y yo no puedo ir en contra de eso. Todos ven Tinelli y está bien, porque si 30 puntos de rating ve Tinelli tenés que estar al tanto, estar peleado con eso es estar en contramano. Es “yo no la voté y voy a hacer lo imposible para que se vaya”. ¡No! No la votaste pero está acá, hacé algo para aportar a las cosas, no para que se caiga.
–¿Te interesa mucho la política?
–Me encanta. La gente está metida en política y esto también me encanta. Hay cosas que están buenísimas y muchas otras que no. Me gustaría que suceda esto de que se sienten a hablar no que cada uno tire para un costado porque se puede desmembrar a alguien, me gustaría que se piense para adelante. Que el que ganó reciba y que el que no ganó acepte ir, ahí no nos para nadie.
–¿Cómo es tu relación con Denise?, ¿se apoyan mucho profesionalmente?
–Denise puede conducirte una apertura del Colón o un programa como el que está conduciendo, yo la acompaño mucho. Ella conduce en carne viva, se emociona y llora o te arma un carnaval carioca y todo es de verdad, por eso la gente la quiere tanto. Ella me cambió la vida, llegó en un momento justo, anduve por todos lados y mucho, y cuando estaba más bueno quedarme en casa a leer un libro, llegó Denise, si no estaría haciendo cagadas por ahí. Está bueno estar en mi casa con mi mujer y mis chicos. En lo profesional, ella está donde siempre tuvo ganas. Ni ella ni yo pretendemos ser millonarios, tenemos lo que queremos. <

Historia de cinco personajes delirantes

Campi interpreta cinco monólogos de los mejores y más delirantes personajes de su barrio: Jorge, Nacho, Pucheta, la Abuela y el Turco. El armado del trabajo fue coordinado por Antonio Gasalla. “Tenemos una manera muy cuidadosa de trabajar nuestros personajes, nos compramos la ropa para armarlos, aprendí mucho de él, por eso se me ocurrió convocarlo. Hago tiras, telenovelas y hago lo mismo, a los personajes los armo yo, la peluca, los lentes”, cuenta el actor. “Me dio una mano enorme en el ‘coucheo’ y en el guión, me enseñó a trabajar la energía de cada personaje”, comenta Campi.

Fuente: Tiempo Argentino

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