Pacho O'Donnell y Daniel Suárez Marzal: El arco de triunfo

Esa vieja costumbre de emigrar

Hay muchos puntos en común entre Pacho O'Donnell y Daniel Suárez Marzal. Los dos nacieron en 1941; ambos vivieron en España; el teatro ocupa un papel central en sus vidas, y ahora suman otra coincidencia: El arco de triunfo , una comedia escrita por O'Donnell y dirigida por Suárez Marzal. "Esta es una carcajada sobre el ser nacional", propone el último.

La dupla de estos dos realizadores combina la perspectiva de un autor que es historiador [hoy al frente del flamante Instituto Manuel Dorrego, destinado a reivindicar la corriente nacional, popular y federal], político, médico psiquiatra y ex diplomático, en el caso de O'Donnell; con la experiencia de un director que también es abogado y doctor en jurisprudencia, cantante de ópera y ré gisseur, en el caso de Suárez Marzal. Ambos están al frente de una obra que muestra el regreso de un argentino a su país luego de una partida apresurada en plena crisis de 2001. Nacho Gadano, Victoria Onetto, Miguel Jordán, Ana María Castell y Ariel Pérez de María le dan vida a El arco de triunfo.

- ¿Cómo fue el proceso de realización de esta obra y de su unión como dupla artística?

Pacho O' Donnell: -Siempre quise trabajar con Daniel y se lo dije. El me respondió que le gustaría dirigir un texto mío. Escribí esta obra, que ya la venía desarrollando hacía un tiempo, y le mandé el primer borrador. No me respondió y pasó mucho tiempo hasta que volvimos a hablar.

Daniel Suárez Marzal: -Di por entendido que él supo que a mí me había gustado tanto. Así que ni se lo comuniqué. Siempre es honroso poder trabajar con un buen autor nacional, y Pacho es un hombre renacentista, que se preocupa por los fenómenos históricos y políticos, y por el teatro.

P.O.: -Daniel me propuso jugar juntos desde el comienzo. Buscar un teatro, armar el elenco. E hizo un gran trabajo de arqueólogo, de encontrar el humor donde no sabía que estaba. Me suele pasar que hay obras mías donde la gente se ríe y yo no sabía que allí había humor. Y además le aportó su conocimiento sobre música.

D.S.M.: - Me encontré con una pieza con un enorme sentido del humor. Porque esta obra tiene que ver con la ausencia y la pérdida. La sumatoria de todas las situaciones y los diálogos provocan sonrisas.

P.O.: - Nos complementamos muy bien. Los dos vivimos afuera, y eso nos marcó. [O'Donnell se refiere a su exilio, durante la última dictadura, en España, y a su actividad como embajador; Suárez Marzal residió en Austria durante su juventud, cuando era cantante de ópera y pasó 11 años como director del Centro Andaluz de Teatro, en Sevilla.]

CON LA FRENTE MARCHITA

El celular de O'Donnell no para de sonar, a pesar de que es feriado y hace un calor abrasador en la ciudad a la hora de la siesta. Suárez Marzal luce un sombrero de paja y una amplia sonrisa. El director pide que se lo tutee porque él es un hombre joven y enseguida crea un clima de confianza.

Piden, por favor, no revelar el final. Hay una especie de moraleja en El arco de triunfo, pero ambos coinciden en que los argentinos y su rasgo constitutivo como país migratorio, sumado a las distintas crisis y exilios, hacen que la Argentina tenga un elemento único. "Nos pasamos extrañando algo que no está, y en la medida que estamos más lejos, cada vez idealizamos más a nuestro país", dice Suárez Marzal.

-La obra se refiere a la crisis de 2001 y muestra la Argentina una década después, ¿cómo se imaginan que se leerá esta obra dentro de diez años?

P.O.: -Ese es un gran misterio. A veces, hay obras que sobreviven muchos años y, a veces, hay textos que mueren rápidamente. Creo que una posible clave que tiene este texto es que alude a algo más allá de todas las épocas. Somos un país que no tiene claro dónde está, y también está siempre la fantasía en el argentino de que afuera se está mejor.

-Daniel, vos escribiste tus propias obras y trabajaste con clásicos [prepara para la próxima temporada del Cervantes, Yerma , de Federico García Lorca]. En este caso, ¿estás al lado del autor, qué preferís?

-D.S.M.: - Es muy complejo y significa para mí una gran responsabilidad el hecho de que el autor esté vivo. Siempre busqué la excelencia, pero si no la logro, ahora no me muero. Ya no tengo esa omnipotencia. Pacho me dijo: «Hacé de cuenta de que soy un autor muerto». Esta obra tiene un carácter cinematográfico, que va a cierta velocidad y trabajamos mucho con los actores para construir este mosaico. Pacho vio mis ensayos, pero soy muy particular en esa instancia de las obras. No estoy encima como un monstruo de los artistas con los que trabajo. No me gustar reprimir las capacidades enormes de los actores.

P.O.: - A mí se me conoce por otra actividad, pero siempre estuve vinculado al teatro [es primo de Alberto Ure] y me fascina su gente porque le busca un sentido a la vida. La obra es de Daniel. Me suele pasar que la obra mejora cuando la dirigen buenos directores. Este es otro caso.

PARA AGENDAR
El arco de triunfo, de Pacho O'Donnell, dirigida por Daniel Suárez Marzal. Teatro: Regina/Tsu, Santa Fe 1235. Jueves, viernes y sábados, a las 21; domingos, a las 20.

Fuente: La Nación

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