Vuelo a Capistrano


Nota del 23 de febrero

La ironía del fin y el paso del tiempo

Carlos Gorostiza y Agustín Alezzo unen su talento para retratar la vida de un pintor que se enfrenta a una muerte inminente. Humor y crudeza en partes iguales y los protagónicos de Daniel Fanego, Emilia Mazer y María Ibarreta.

No hay forma de evitarla. Aun ignorándola, aun cuando se intenta no pensar, la muerte está presente desde el primer momento de existencia de una persona. Esa idea es la que transmite Carlos Gorostiza en su última obra Vuelo a Capistrano. Lo dice con humor, con ironía y, a veces, con palabras muy crudas, pero no esquiva el tema. Lo toma como algo ineludible de la condición humana. Y se hace cargo.

El estreno de Vuelo a Capistrano significó la unión de dos maestros y figuras del teatro nacional: Carlos Gorostiza, desde la escritura, y Agustín Alezzo, desde la dirección. Cada uno con trayectorias inmensas que incluyen en Gorostiza más de 40 obras, muchas de ellas referentes de la literatura argentina y piezas fundamentales de los manuales escolares como El Puente, El pan de la locura y El Acompañamiento.

Mientras que Alezzo, ya lleva más de 70 puestas en escena, fue maestro de grandes actores, como Julio Chávez, y fundador del grupo teatral Repertorio, con el cual intentó evitar la censura durante la dictadura militar.

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