Hernán Lombardi y Carlos Elia: Complejo Teatral de Buenos Aires

Nota del 23 de diciembre

De balances y perspectivas

Después de la extensa gestión de Kive Staiff, la institución redefine sus estrategias

Calor. Despacho de Hernán Lombardi, ministro de Cultura del gobierno porteño. El funcionario está acompañado por Carlos Elia, el nuevo director general del Complejo Teatral de Buenos Aires, y por Alberto Ligaluppi, el director artístico. El motivo del encuentro es anunciar la programación de verano del Complejo Teatral de Buenos Aires.

Sin embargo, tratándose del primer encuentro con las nuevas autoridades que, recién designadas, vienen a cerrar el larguísimo ciclo de Kive Staiff, el balance y las perspectivas de la institución se transforman en un tema inevitable. A lo largo de este año, Lombardi anunció dos proyectos de peso para las salas que forman parte del Complejo Teatral: la ley de autarquía y los trabajos de infraestructura edilicia para poner a punto el Teatro San Martín. El primero, si bien el anteproyecto ya está en manos de los legisladores, quedará para más adelante porque el funcionario considera que los tiempos políticos no dieron para esa discusión. Sobre el segundo ítem, ya está en manos de los legisladores el proyecto de vender algunos terrenos que pertenecen a la ciudad y, con el dinero recaudado, encarar las obras de infraestructura. Sin embargo, el camino no parece fácil, ya que varios legisladores se oponen a ese mecanismo de financiamiento. "La mayoría se construye entre todos. Yo tengo la expectativa de que ese proyecto, que sigue los mismos lineamientos que se usaron para la compra de la casa de Liniers, se concrete", contesta él. El motivo por el cual varios legisladores anunciaron sus reparos es porque, en líneas generales, se oponen a que el Estado se deshaga de capitales propios para usar ese monto en refacciones.

A lo largo de este año, otro asunto extraartístico levantó polémica: el alquiler del Teatro San Martín un día domingo para que un particular festejara su cumpleaños. A cambio, la sala recibió 80.000 dólares. La fiesta despertó un fuerte rechazo y un pedido de informe por parte de la Legislatura cuya respuesta todavía no llegó a la Comisión de Cultura.

-¿Esa situación sirvió para definir un criterio de apoyo del sector privado?

Elia: -Esa fiesta nos dejó un monto sumamente importante y vital para nuestra infraestructura. En general, todos se rasgan las vestiduras pero nadie te ayuda.

Lombardi: -Yo creo que hay que poner límites claros. Por ejemplo, definir cuántas veces al año se puede alquilar una sala, consensuar que dicho alquiler no debería afectar la programación habitual y sólo alquilar el espacio para actividades ligadas con lo cultural. Desde ese punto de vista, soy un defensor de la ayuda del sector privado. Pero sí creo que hay que tratar el tema con madurez. Digamos, y esto es algo que sostuve en la Legislatura, ¿alguien me puedeexplicar en qué se diferencia el alquiler del San Martín para hacer una fiesta de cumpleaños con todos los años que Clarín Espectáculos alquiló el Teatro Colón para la entrega de sus premios? ¿No es lo mismo?

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