Agustín Alezzo

“La contra que tiene este Gobierno me parece una estupidez supina”

El director Agustín Alezzo en una profunda charla sobre el país, combinada con recuerdos y anécdotas de su vida.

El living de su casa de Villa Crespo: a través del vidrio se ve el jardín recién llovido y un pedazo de cielo encapotado; entra la escasa luz justa para el momento de la tarde. Agustín está sentado en su sillón. En una mano, su bastón; en la otra, el primer cigarrillo que acaba de encender, fumará cuatro. Su mirada tiende a hechizar. ¿Sabrá que es Alezzo? No le importa decir que tiene 75 años. Su duende está intacto. El otro, su mítico Taller Teatro, se mudó a Ravignani casi Córdoba después de funcionar más de cuatro décadas en Córdoba casi Jean Jaurés.
“Los dueños decidieron construir un edificio alto en esa esquina. Yo estaba en cama, me había caído y se me había roto la cabeza del fémur, me operaron el 5 de febrero de este año. Estuve dos meses mirando el techo, con las piernas abiertas, almohadones en el medio. Y el 27 de febrero me avisan que no renuevan contrato. Habíamos iniciado la inscripción, yo ya había pagado el primer trimestre. Vino Lizardo (Laphitz, su alumno/socio/colega/amigo) y le dije: hay que encontrar un lugar ya, conseguir un lugar y equiparlo. Lizardo se puso como loco y revolvió Buenos Aires hasta que encontró este lugar, que era una vieja fábrica abandonada. Había que contratar a un ingeniero y a un arquitecto, albañiles, pintores, sacar tres columnas... Se hizo en dos semanas. El 15 de marzo firmamos el contrato y el 1º de abril abrimos las clases. Yo fui en silla de ruedas. Ya estaba todo pintado, las 60 butacas en su lugar, Lizardo compró las lámparas para iluminarlo, construyó los baños... Todo lo hizo él”.

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