Gabriela Izcovich: Aráoz y la verdad


La verdad a través de las mentiras

“No quise hacer psicologismo, mi camino fueron la nostalgia y el humor”, dice la directora sobre su puesta del libro de Eduardo Sacheri, que se estrena hoy en el Paseo La Plaza, con Luis Brandoni y Diego Peretti enredados en un viejo entredicho futbolero.

Un suceso callejero o un texto literario es materia teatral para Gabriela Izcovich. “Mi cabeza funciona teatralmente”, dice, y recuerda sus primeros años en la profesión, cuando llevó a escena Poeta en la calle, sobre versos de Jacques Prévert, creación a la que siguieron numerosas obras propias y ajenas, como ahora la traslación de la segunda novela de Eduardo Sacheri, Aráoz y la verdad. La obra se estrena hoy en la sala Pablo Neruda del Paseo La Plaza, con Luis Brandoni en el rol de Lépori, y Diego Peretti en el papel del periodista Aráoz que llega a un pueblo en busca del ex futbolista Fermín Perlassi para aclarar una derrota futbolística del pasado. La propuesta de llevar a escena esta historia partió de Izcovich. Entusiasmada, llamó a Sacheri y entonces se enteró de que el realizador Juan José Campanella estaba filmando El secreto de sus ojos sobre la primera novela de este autor (La pregunta de sus ojos, de 2005). Tras un encuentro con Peretti, con quien trabajó en Tiempo de valientes (2005), película de Damián Szifrón, logró la aceptación del productor y de Brandoni. “Mis proyectos tienen destinos muy diferentes, van al Abasto Social Club, El Callejón de los Deseos, el Teatro Comedia, ahora a La Plaza, o viajan a España”, apunta la directora. Lo nuevo en su producción es que se trata de la novela de un autor argentino con “psicología y sabor local”, bien diferente de sus anteriores traslaciones: Nocturno hindú, de Antonio Tabucci; Terapia, de David Lodge; Cuando la noche comienza, de Hanif Kureishi; La venda, de Siri Hustvedt, y Ultimo encuentro, del húngaro Sandor Marai, sobre la versión teatral de Christopher Hampton.

–La psicología y la atmósfera son reconocibles, pero el nombre del pueblo es desconocido. ¿Existe?

–Mi primer impulso fue buscarlo, pero Eduardo me dijo que es una invención, que todo es producto de su cabeza, hasta las jugadas futbolísticas. “No busques”, insistió. (En la novela se menciona un partido entre Lanús y Deportivo Wilde, el perdedor. Entonces se dijo que el resultado fue producto de un arreglo.)

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