Francisco Donovan

Francisco Donovan

"Soy ambicioso hasta el cielo" Hace de tatuador en "Alguien que me quiera" (El Trece). Además, prepara una película y ensaya una obra de teatro en la que canta y baila.

Pudo haber sido delantero de Boca Juniors -llegó a probarse en las inferiores del club- y hasta periodista -estudió Comunicación-, pero en apenas cinco años de actuación saltó de "pegar carteles con engrudo" para promocionar sus obras en "salas enanas ilegales" a convertirse en un "chico Pol-ka". Francisco Donovan, el tatuador del viejo mercado en Alguien que me quiera (El Trece), jura que "estudios esotéricos" indican que su vocación actoral data "de otras vidas". Y le pone rótulo a lo suyo: "Vivo todo con la misma intensidad. Siento la tele como si estuviera haciendo una de Shakespeare".

A los 25 años, Willy, su personaje de la ficción, una suerte de Pierre Nodoyuna hecho carne, lucha con un costado violento y una autoestima inquebrantable. "No le importa cuánto pese o mida el que tiene enfrente. Y se está poniendo más pesado. Le interesa Bianca (Luisana Lopilato), pero vive sin pensar en mañana", desmenuza. "Le sale todo mal. Le pueden decir que no y pegar una piña y vuelve con el mismo ímpetu. Cree mucho en sí mismo".

Criado en Palermo Viejo, "Frankie", así lo llaman, probó con la universidad, pero un curso de teatro con Susana Pampín terminó desviando el camino. "En realidad lo que quería indirectamente era ir acercándome a este medio, era muy telebobo", detalla. Al cabo de seis meses, ya estaba participando de su primera obra y "metido hasta el cuello", asegura, no hubo más dudas. Siguió su formación con Alejandro Catalán y Pompeyo Audivert hasta que entendió que "había compatibilidad entre el off y la televisión".

Más en Clarín

Comentarios

Entradas populares de este blog

Andrea Gilmour

Susana Torres Molina: Estática

Chamé Buendia: Last Call-última llamada