Cirque du Soleil: Quidam
Todo un circo instalado en la mente
El nombre del espectáculo, que refleja lo que sucede en el interior de una joven, es una palabra latina que significa “cualquiera, uno de tantos”. Ya fue visto por más de nueve millones de personas en veinte países. Hay dos argentinos en el elenco.
Cualquiera, uno de tantos: ésa es la traducción de la palabra latina quidam, nombre del show que el Cirque du Soleil, la célebre compañía de circo canadiense, estrenará en Buenos Aires el 29 de mayo próximo. Creado hace 14 años por Franco Dragone, el espectáculo será diferente a Saltimbanco y Alegría, los shows que trajo el grupo en 2006 y 2008, respectivamente. Reunidos en una conferencia de prensa el martes pasado en el Hipódromo de Palermo, los responsables del espectáculo aclararon que Quidam tiene características más teatrales en virtud de ofrecer una historia narrada por ocho personajes. “Alguien anónimo, uno en la multitud, ése es Quidam”, definió Gilles Ste-Croix, el director creativo. “Pero lo que canta y sueña dentro de nosotros mismos es lo que va a cambiar la vida de los personajes.” Musicalizada por el canadiense Benoît Jutras, esta historia de seres solitarios pero mágicos se verá cruzada por una multitud de números de destrezas circenses, a cargo de artistas de excelencia, provenientes de 15 países, incluida la Argentina: el clown marplatense Totó Castiñeiras y el gimnasta y bailarín porteño Cristian Zabala son dos de los representantes nacionales que giran con el Soleil desde hace varias temporadas de un punto al otro del planeta.
Cuando el lanzallamas Guy Laliberté formó el Cirque du Soleil en Montreal, hace veinticinco años, no podía imaginar que estaba fundando las bases de una sólida empresa que, con los años, contaría con otras sedes, como las que actualmente mantiene en Amsterdam, Singapur y Las Vegas, además de varios elencos en gira por todo el mundo. Adquirida pacientemente en los primeros años de trabajo conjunto, la marca que caracteriza a esta agrupación –un mix que integra habilidades circenses con danza contemporánea, gimnasia artística y música en vivo, todo al servicio de una impactante puesta en escena– fue copiada a diferente escala por decenas de grupos europeos y latinoamericanos.
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