Norma Aleandro, Mercedes Morán y Andrea Pietra: Agosto, condado Orange


Lazos familiares en conflicto

Norma Aleandro, Mercedes Morán y Andrea Pietra, en una obra de más de tres horas

Tres mujeres toman mate en una pequeña habitación. La más joven ceba; la del medio oficia como anfitriona, y la mayor ofrece masas. Conversan sobre el dengue, sobre la camisa que luce una de ellas y sobre un tratamiento capilar casero. Su hospitalidad es la estrella y la única que no hace gala de su bajo perfil. Una de ellas abrazó el Oscar, otra adaptó una obra ganadora del Pulitzer y la tercera está nominada al Martín Fierro. Estas damas de tres generaciones distintas se reúnen para hablar de conflictos familiares, afortunadamente no los propios, y de una casa que conocen bien, el teatro.

Norma Aleandro, Mercedes Morán y Andrea Pietra encabezan el elenco de Agosto, condado Osage, la obra que causa sensación en Broadway y en el West End londinense y que propone ?atrevida?, en la era del zapping, volver a las raíces del teatro. Lejos de la tendencia minimalista, con un gran elenco, un texto complejo y profundo, esta puesta de más de tres horas no busca que el espectador asista a un mero espectáculo pasatista. Y para que este objetivo se cumpla, el productor Daniel Grinbank convocó a Claudio Tolcachir para llevar a escena esta obra ganadora de cinco Tony y el Pulitzer.

En una ciudad del interior, un hombre abandona a su familia. Su esposa, en la piel de Aleandro, y sus tres hijas (Morán, Pietra y Eugenia Guerty) se reunirán para encontrarlo. Esa es la excusa para contar una historia con ribetes autobiográficos, escrita por Tracy Letts. El dramaturgo integra la compañía Steppenwolf, de Chicago, que tiene como miembro predilecto a John Malkovich, que ha realizado 33 obras con este grupo. El resto de sus miembros, con excepción de William Petersen (CSI) y de Gary Sinise (Forrest Gump) está alejado de las pantallas, grandes y chicas, y apuesta a los escenarios.

-¿Cuál es el secreto y el gran atractivo de esta obra?

Norma Aleandro: -El secreto está en el mismo Letts. El es uno de esos autores que se tiran al abismo del alma humana. Agosto, tiene muchos atractivos, problemas comunes en todo el mundo. Creo que esta obra será un clásico el día de mañana. Y cada espectador encontrará algún personaje con el que se sentirá reflejado.

-Es una obra atípica para el circuito comercial, por el numeroso elenco, la duración, la complejidad?

Andrea Pietra: -Sí, es más común ver estos elencos en el teatro oficial. En el circuito comercial se evitan estas puestas por los riesgos que implican. Lo del tiempo es relativo. Acá pasan cosas todo el tiempo. Hay obras que duran 40 minutos que son aburridísimas y otras geniales, como fue Los efímeros, de Ariane Mnouchkine, que duraba 8 horas.

-Mercedes, vos además tuviste el doble desafío de adaptar y actuar en esta obra.

Mercedes Morán: -Es que me enamoré de ella. Tuve la suerte de tener acceso a la pieza en inglés y de poder verla en Nueva York. Me sentí conmovida con la lectura del material de una manera muy infrecuente y empecé a sospechar que quizá sólo me pasaba a mí. Pero advertí que había 400 personas en el mismo estado de shock que yo cuando terminó la función. La adaptación es un ejercicio que venía haciendo antes y que, en este caso, realicé con la ayuda de mi marido. El texto tiene tantos aciertos, y sus hilos son muy fuertes y precisos. Esta labor me ayudó para entender mejor no sólo a mi personaje, sino a toda la familia.

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Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Agosto es un título muy impersonal, la casa de madera demasiado frágil. El suicidio de Ramón es un hecho chiquito pero colmado de significados, detonante de confesiones.

Con una escenografía que se aprecia como una casa de muñecas, el argumento denso y cargado de sensaciones muy familiares contrasta. Y disfrazado de suspenso nos introducen sutilmente a la realidad de una familia cuya composición se acerca más a la descompostura típicamente escondida bajo la alfombra de las apariencias. Y eso no es de acá sino de todos lados.

El hogar vacío, un matrimonio venido a menos, hijas que ya no son adolescentes pero adolecen igual. Los que se fueron, los que se quedaron. Toda la enfermedad que alberga una familia como cualquier otra y lo que estamos dispuestos a permitir como integrantes con tal de no salir de la comodidad. Quizás también se trate de lo que resignamos para poder crear nuestro propio círculo íntimo lleno de vicios y muletillas.

Lugares comunes, situaciones corrientes, personajes conocidos. Cada espectador podrá ponerle el nombre y apellido que le quepa, de seguro todos encontrarán en su árbol genealógico a cada personaje hasta llegar a su propio rol dentro de esta casa.

Hermosa y visualmente comodísima escenografía; sobria musicalización y grandes actuaciones, destacando la de Mercedes Morán que a mi entender (y probablemente contra las especulaciones de otros espectadores) ocupa el personaje central.

Anímense. Y cuando estén sentados en sus butacas sientan: hace mucho calor… será la época del año o el ambiente caldeado de la sobremesa?

Jimena Parra
Anónimo ha dicho que…
Profunda admiradora de las protagonistas de esta obra, fui a verla con mi esposo, segura de que la disfrutaría.
Desgraciadamente nos tocó ocupar el palco 13. El aire acondicionado nos daba en la espalda y aprovechamos el entreacto para pedirle al acomodador que nos cambie de lugar. Nos fuimos al palco de enfrente. Debo decirles que desde esos lugares no se ve en absoluto el extremo del escenario correspondiente al lado que nosotros ocupamos. O sea, en el primer acto no pudimos ver la escena de la comida; y en el último no pudimos ver el de las tres hermanas conversando en el escritorio.
Por otra parte el sonido es malísimo y el final lo tuvimos que adivinar.
Por lo tanto, (esto va a los productores) siento que hemos pagado una entrada por un servicio que no pudimos disfrutar.
Señoras actrices, a ustedes mi admiracion de siempre.
Emilia
Anónimo ha dicho que…
oy dominicana. Una amiga que pasó hace unas semanas por Buenos Aires vio la obra. Cuando supo que yo estaría también de vacaciones por esta magnifica ciudad, me recomendó encarecidamente que fuera a verla. Tras un intento fallido (no aceptan otra tarjeta que Visa y en ese momento andaba sin efectivo suficiente) pude ayer ser espectadora de de la monumental actuación de Norma Aleandro, a quien conocí hace muchos, muchos años, en un festival de teatro en mi país y después he visto en el cine. La trama de la obra es revulsiva, y aunque muchos "argentinismos" me resultaron incomprensibles, esto no afectó de manera significativa mi comprensión de los parlamentos. Mercedes Morán es extraordinaria y su personaje, clave. Pero me rindo a los pies de Norma Aleandro. ¡Que artista tan extraordinaria!
Carmen ha dicho que…
Excelente Norma Leandro.

Muy buena Mercedes Morán.

Muy buena la actriz que hizo la mucama.

Agosto es un transplante que no funciona.

Agosto es al Teatro como Starbucks al café ó como McDonalds a la carne.

Para ver familias disfuncionales me quedo con Esperando la Carroza.

Eso tendrían que llevar al escenario con toda esa plata y no Agosto.

Aca no nos vestimos de negro y comemos el dia del entierro.

Aca el comisario no va a tu casa a avisarte nada ni es candidato para salidas para una divorciada con cierta clase.

Aca Carlos chico se llama Carlitos.

Agosto es un transplante y nosotros tenemos cosas que poner en el escenario con ese nivel de dinero que tienen que ver muchisimo mas con nosotros que todo eso que hicieron.

Una pena ver tanto despliegue invertido en un transplante.

Agosto es la adaptacion de Esperando la Carroza para Broadway. No nos engañemos. Aca tenemos mucho teatro. Traer estas porquerias que te pautan hasta cómo tiene que ser la foto de prensa y el cartel y la casita! dios mio...!

No necesitamos eso.

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