Mariano Bassi: Leterno

Nota del 10 de febrero

"Uno puede ser lo que quiere"

Estuvo en De la Guarda, Fuerzabruta y fue elegido por el Cirque du Soleil. Ahora, hace un unipersonal en la Avenida Corrientes.

Trabajó en todo: cortó telas, fue repositor en un supermercado, promotor y volantero. Hasta que su vocación lo llevó a hacer teatro por las calles en una experiencia que terminó en el desastre financiero. Pero en ese momento llegó un casting de De la Guarda que cambió las cosas. Hoy, a los 28 años, Mariano Bassi se presenta con Leterno, un unipersonal en un teatro de la calle Corrientes: allí es un extraño italiano conflictuado por sus ganas de triunfar como artista.

¿Te sentís identificado?

No, porque a mí me pasó algo muy fuerte que me hizo ir para adelante. Al principio actuaba como hobbie, pero en el 2000 me anoté en el Conservatorio y armé una compañía de teatro callejero con la que viajaba por el país. En 2004 tuvimos una temporada de verano terriblemente mala. Volvimos sin un mango. Ahí me enteré de que De la Guarda estaba haciendo un casting y me anoté.

¿Tenías habilidades para eso?

Pedían gente que no tuviera miedo a las alturas y con conocimiento de arnés. Yo no tenía idea de nada. Y como estaba en la lona, fui. Nos anotamos 1.600 personas y quedamos 24. Al mes me fui de gira a Brasil, donde escribí Leterno, y después seguimos a Colombia, México, Rusia.

¿Mostrabas esta obra?

Sí, aprovechaba los lugares en donde estaba para buscar teatros alternativos, bares, cafés concert. A veces la hacía a las 2 de la mañana. Afuera me di cuenta de que funcionaba, a pesar de que tenía un código muy local, con el cocoliche y el humor del tipo sufrido, que quiere ser poeta y le habla a las chicas. Lo que pasa es que la obra te lleva de la risa a la emoción. Cuando vas yendo a un extremo de carcajadas el tipo te para y te dice "pero en realidad estoy sufriendo, porque yo quiero pero mi papá no quiere". Quiere, quiere y de repente se corta solo. Uno es el que inventa el trauma.

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