Un viaje al país de Nomeacuerdo y A la luna

Dos propuestas con figuras populares

En las semanas previas a las vacaciones de invierno suelen producirse algunos de los estrenos más destacados de la cartelera teatral infantil. Muchos se suben al carro con la expectativa de hacerse su agosto en julio. Pero también se suelen generar algunos proyectos que descuellan en medio de la extensa oferta por aportar el despliegue de talentos actorales que no siempre están a disposición del teatro de los chicos, así como por exhibir propuestas innovadoras desde el punto de vista del lenguaje escénico.

Una de ellas será seguramente Un viaje al país de Nomeacuerdo, una incursión circense en el repertorio de María Elena Walsh con Diego Ramos como personaje central entre acrobacias y canciones. La puesta de Juan Bautista Carreras retoma con algunos ingredientes novedosos la línea que inaugurara hace varias temporadas con otras versiones de excelencia de la obra de la gran poetisa musical, varias de ellas también de la mano de Diego Ramos. Otro foco de interés estará puesto en A la luna, una obra de interacción entre filmación animada y una niña, protagonizada por Flor Torrente.


Pero también desde el escenario se celebra la oportunidad. "Yo me divierto mucho", dice Diego Ramos sobre su personaje, un señor muy formal que se ve envuelto en el mundo del revés de María Elena. "Es un tipo muy serio, muy de cronometrar, muy esquemático, que va aflojando de a poco, a medida en que entra ese país de Nomeacuerdo, guiado por el personaje más lúdico interpretado por Sabrina Artaza", anticipa sobre el estreno en Ciudad Cultural Konex. Y en ese recorrido, Ramos no deja pasar la oportunidad de incursionar un poco también en lo circense. "Yo me mando, me divierto con lo acrobático, ya actué y canté mucho, prefiero revolear gente", dice en son de broma. Y acota inmediatamente, para no perder de vista la seriedad de la diversión: "Hacer teatro es una responsabilidad, y mucho más para chicos, que tal vez están por primera vez en la platea. El teatro te abre la cabeza, le da a los chicos una apertura de la fantasía, no importa lo que después hagan de sus vidas". Y resume: "Es una linda responsabilidad".

También Flor Torrente vislumbra en la obra que protagoniza, la importancia de la fantasía para abrirse camino en la vida. "Tara, la niña de 6 años que lleva la historia, tiene un padre muy estricto, pero es su abuelo, que le narra historias fantásticas sobre la carrera espacial de los años 60, el que le da las herramientas para pasar los momentos difíciles", dice la hija de Araceli González sobre su papel en la obra creada y estrenada en España con otra actriz el año pasado.

"Estoy yo sola, interactuando con la película, es todo muy preciso, el desafío fue conectarme de verdad con las imágenes, vivirla a Tara en medio de ellas", explica. La filmación animada de un viaje a la luna en una bandada de gansos en medio de la competencia entre la tecnología estadounidense y la soviética es la misma, aunque se grabó una nueva cinta con las voces, para adaptarlas al habla local. Flor Torrente también le puso un matiz propio a su interpretación: "La argentinicé en algún punto a Tara, para que sea un poco más dulce; la española era un tanto más severa, nosotros somos más del abrazo". Se acerca así de algún modo a las enseñanzas del abuelo de la historia de A la luna, que sube a escena en el Teatro 25 de Mayo.

Fuente: La Nación

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