Alfonsina y los hombres, El último amante de Federico García Lorca, Poeta en Nueva York, La muñeca en su jaula, Idea de Juan, y Kavafis

La poesía sube a escena

En la cartelera porteña abundan las obras basadas en textos poéticos o en la vida y obra de poetas. De Lorca a Pizarnik y Storni.

Los poetas, la poesía y su mundo metafórico ocupan un espacio importante en la cartelera teatral porteña con nueve obras en cartel. Y hay desde puestas en las que los poetas son los protagonistas hasta textos directamente trasladados al escenario para deleite de los amantes del género.

Federico García Lorca, Alejandra Pizarnik, Alfonsina Storni, Constantino Kavafis, Idea Vilariño, entre otros, resuenan en las noches porteñas.

“En sus orígenes, el teatro estaba escrito en verso y mucho después se instaló la prosa. La tragedia griega y todo el Siglo de Oro español son muestra de eso. Por eso, creo que lo natural es que el teatro y la poesía vayan juntos”, dice Mariano Moro, director de Alfonsina y los hombres. “Soy de Mar del Plata y Alfonsina fue la primera poeta que leí. Esta obra es una biografía sentimental de ella”, cuenta. En la obra, protagonizada por Victoria Moreteau, los amores de la poetisa son el centro de la historia, expresada en sus propios versos. “En ella, lo que vivía tenía una relación muy directa con lo que escribía y eso facilita la experiencia teatral”, agrega Moro.

Otro de los poetas que tiene enorme presencia en la cartelera porteña es Federico García Lorca. En El último amante de Federico García Lorca, de Germán Akis y Raúl Baroni, se hace foco en los años finales del granadino y de su relación apasionada y clandestina con Juan Ramírez de Luca.

Otra etapa de Lorca revive en la obra Poeta en Nueva York que dirige Mariano Dossena y protagoniza Gustavo Pardi. Lo que aquí se traslada al escenario es la experiencia de Lorca durante su estancia neoyorquina en 1929. “Es una etapa muy surrealista de su escritura, llena de imágenes misteriosas y perturbadoras”, comenta el director. “Lo que buscamos es rescatar esa palabra sin intentar contar ninguna historia. Es la experiencia más pura de él con esa ciudad y lo respetamos tal cual”. En este caso, el desafío, tanto para el actor como para el público, es aguantar esa textualidad tan poderosa. Precisamente, Pardi cuenta: “El juego está en decir esos textos, esa catarata de imágenes que resultan un doble viaje: por lo poético y por lo surrealista”. El actor aclara que no interpreta a Lorca. “Las palabras son tan fuertes que no había cómo ponerle un personaje. Técnicamente hay que cuidar mucho la dicción porque es una obra, básicamente, para ser oída, sin ponernos grandilocuentes”.

Otra poeta argentina presente es Alejandra Pizarnik, en la obra La muñeca en su jaula. “Es muy movilizante hacer esta obra. Y no me pasa lo mismo que cuando hago otros textos”, cuenta Stella Maris Closas, su protagonista. “Se trata de una experiencia más visceral que genera otras cosas en el público; algo más primitivo, muy vinculado a la emoción”. Para el director de esta pieza, Ezequiel Ludueña, el proceso previo a la puesta en escena fue largo y arduo. “Fue un año de mucha búsqueda hasta que apareció un personaje con una posible historia a partir de los textos poéticos. Pizarnik tiene algo teatral, con muchas imágenes muy fuertes y concretas”.

Ludueña coincide en que hay algo originario en el hecho teatral vinculado a la poesía. Y eso es lo que se recupera en estas obras.

La conflictiva relación amorosa entre la poeta uruguaya Idea Vilariño y su compatriota Juan Carlos Onetti tiene su espacio en la obra Idea de Juan, que componen Gabriela Licth y Gustavo Manzanal. Y también, el fantástico mundo del poeta de origen griego Constantino Kavafis, considerado uno de los más importantes del siglo XX vuelve a escena con Kavafis.

Con o sin música, ficcionalizada o expuesta directamente, la poesía se impone en el espacio teatral porteño venerando aquello de que “ en el principio fue el Verbo ”.

Fuente: Clarín

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