Gerardo Hochman, Flor Yadid, Ariadna Faerstein y Leo Kreimer


El teatro infantil no es cosa de chicos

En este especial sobre vacaciones de invierno, grandes referentes del género hablan sobre el oficio de entretener a los más pequeños.

Los chicos siempre dan que hablar a los adultos, que hacen muchas cosas pensando en ellos. Tanto, que no las hacen exclusivamente para ellos, como los espectáculos infantiles. Por eso los entrevistados lo primero que aclaran es que sus obras son para todo público. Y si se lo mira con atención, es totalmente lógico: los niños no pueden ir solos a una sala, así que mejor que la obra divierta a los grandes también. "Nuestros espectáculos están concebidos para que en la platea estén chicos y grandes juntos y puedan compartir la ceremonia –cuenta Gerardo Hochman, director de la Compañía La Arena, que durante vacaciones pondrá en escena Sanos y salvos y Fulanos. Entonces se pueden dar esas cosas de un chico preguntando, en el momento, qué pasó o de qué te reís al padre. O el padre, aunque el chico no pregunte, explicándole, porque  tiene ganas de explicar lo que acaba de disfrutar", dice Hochman. "Si algo no se entiende –agrega Flor Yadid, una de las directoras de Desenchufados–, está bueno que pregunten o se vayan con esa inquietud a la casa. La pregunta que el pibe se puede hacer en el teatro está buenísima también: que eso les pase y tengan que preguntar ¿qué pasó?" Y completa Ariadna Faerstein, la otra directora de Desenchufados: "Los chicos se pueden ir con algunos cuestionamientos, pero los papás también. Desenchufados nace de la observación de nuestros hijos al jugar, y de nosotros como padres."
Vaya observación: Desenchufados ocurre, precisamente, cuando se corta la luz. ¿Qué hacer sin tanta diversión dependiente de la electricidad? Leo Kreimer, director de Érase una vez en San Lorenzo, indica el camino: "Nosotros empezamos con una doble casetera. Y hoy tenemos una consola de verdad, micrófono, proyector, leds. Pero además, hace 18 años tenemos el mismo grupo de trabajo, que fue evolucionando, y ese es el primer gran cambio de todos estos años:  la evolución propia. La realidad no es sólo tecnología. Siempre nos impregnamos de la realidad que circundaba a los chicos y a nosotros, no generamos un mundo de fantasía totalmente escindido. Creo que tiene que ver con que arrancamos en los '90. Incluso llegamos a hacer humor casi político. En el 2001 hicimos una obra en la que el médico del reino le prohibía el chocolate porque era lo único que comía y se estaba muriendo, entonces el rey, desesperado, ordena prohibir el chocolate y lo incauta en un corralito. Y ahí les dábamos cacerolas a los chicos para hacer un cacerolazo en la puerta del palacio."
Hochman toma la palabra: "Ciertos avances tecnológicos modifican la factura de nuestro trabajo, pero, de todas maneras, ante tanto estímulo tecnológico y audiovisual, para mí el teatro sigue siendo un lugar de resistencia a eso. Cuanto más esencial, más artesanal sea una ceremonia, e invitemos a los espectadores, incluidos a los pibes, a un hecho artístico que pueda suceder en el teatro y no puedan encontrar por otro medio, me siento más que satisfecho. Va a ser más inolvidable, más original si no se parece, si no se nutre de. Es muy importante que en el teatro se produzcan cosas que sólo puedan suceder en ese ámbito, que por eso se vuelvan inolvidables."
Faerstein apunta que "por las características de Desenchufados, su mensaje se puede contar de diferentes maneras, cada actor puede ir incorporando o quitando características, o cuestiones en alguna escena, y la obra sigue contando exactamente lo mismo: despertar un cuestionamiento. Esa flexibilidad nos permite, de repente, que si alguien ve algo en You Tube o descubre algo, poder meterlo sin modificar la esencia de la obra. La obra tiene una conexión directa con la realidad para llamar a volver a la esencia, a la magia, entendiendo la magia como un hecho que se puede encontrar en cualquier lado. Cada chico y adulto es artífice de su propia magia tan solo si se destina ese tiempo y ese rato para poder jugarlo y sentirlo.

–¿Y cómo se sienten con esta nueva realidad de que el actor actúe, cante, haga acrobacias?
Yadid: –Las pretensiones para con el artista, como director, son cada vez más amplias. Uno no se conforma con alguien que sepa hacer una sola cosa. En Desenchufados todos cantan, actúan y bailan.
Hochman: –De todas maneras, cuando un artista o un performer es un especialista, tiene bien profundizado ese lenguaje. También eso tiene un plus. Lo veo en mi caso, que si bien los artistas están formados bastante integralmente, son artistas de circo; básicamente su lenguaje es la acrobacia, y creo que la sorpresa y una posible identificación con el público la producen a través de esa profundización en esa disciplina.
Kreimer: –Nuestro trabajo está directamente ligado a la esencia de la actuación, siempre nos propusimos profundizar ese lenguaje. Inevitablemente en nuestro desarrollo estuvimos interesados en otras cosas y en estos 18 años las incorporamos. Pero lo más lindo que nos pasa es nosotros tres arriba del escenario.
Hochman: –Hay un valor de cierta integración de las artes, de cierta amplitud de manejo de recursos, y también hay un valor en ser muy profundo en un arte, un oficio, una disciplina. A veces presenciamos algo en lo que se baila un poquito, se canta un poquito, pero todo se hace de manera deslucida.
Kreimer: –Está bueno cuando las cosas se enriquecen y surgen naturalmente, el problema es cuando intentás forzar porque los tiempos imponen incorporar cosas que mucho no dominás. La influencia del musical tiene mucho que ver con eso, de pronto se forzó la cosa a tener que hacer espectáculos más integrales. Lo cual no está mal, pero por un lado se puede dejar de ser genuino y por otro perder lo específico.
Yadid: –Uno tiene que estar parado en el lugar que vibra. Si soy actriz, tengo que actuar, si voy a cantar, y canto más o menos, tengo que salir de ese lugar y pararme donde pise fuerte. Después si tengo que actuar un poquito o cantar un poquito, tratemos que sea lo mejor. Eso le da mucha seguridad a la persona que está en la escena, que hace que también uno como espectador disfrute del disfrute del otro.
–Y más allá del musical, ¿existen presiones por el "éxito"?
Yadid: –Los que nos dedicamos al teatro tenemos como una sobreadaptación a los problemas. No podemos pensar una obra sin pensar también los problemas que vamos a tener. Si pensamos todo desde el momento placentero, nos damos contra una pared todo el tiempo; pero si los tomamos como parte del proceso, para después disfrutar al cien por cien cuando vemos nuestra obra en el escenario, es mucho más amigo, más agradable para todos.
Kreimer: –El teatro es una cosa que no varía tanto, hay algo de su especificidad que siempre es la misma. Nunca competimos con espectáculos de la calle Corrientes, donde los chicos mueren por ir. En general nos burlamos de eso. Podemos decir: nene, yo no soy Topa, desde ya te lo digo; si seguís molestando, apago la obra y te vas a dormir sin postre (y la mesa ríe). Hacemos esas cosas justamente porque jugamos con la realidad. Por eso no tenemos conflicto. Primero porque sigue siendo lo específico del teatro que no cambia, y segundo porque eso lo incorporamos desde el humor, que es una forma de hablar de las propias imposibilidades.
Faerstein: –Estamos contentas de no entrar en esa competencia. También tiene que ver con confiar en el producto que uno exploró y terminó gestando después de ponerle tanta alma y vida. Lo verán más, lo verán menos, por momentos estará mejor o peor de público, pero si uno está conforme con lo que muestra, estamos más que satisfechos.
Hochman: –Tratamos de ir por un camino totalmente paralelo, y eso nos ha llevado a producir espectáculos para los cuales no hay hábito: es ir a ver algo a lo que no se está habituado. No tengo televisión por eso lo cuento como camino paralelo y no como algo reactivo. No es: hagamos algo para contrapesar. En general son espectáculos donde lo visual, lo musical, el movimiento, lo plástico intentan dejar un sabor, un mensaje que hay que captarlo con todos los sentidos.
–¿Y cómo saben que llegan a los chicos?
Faerstein: –Cuando los chicos ven más allá de lo que nosotros mismos creíamos que les estábamos mostrando, y de repente hacen una acotación que no te habías imaginado: ese es nuestro momento.
Hochman: –Si hay risas, aplausos en lugares inesperados (porque por ahí hay lugares más esperados, como los remates de las escenas). Y muchas veces la emoción que produce alguna parte o el espectáculo en general, provoca llanto de emoción.
Kraimer: –Es intuitivo, nos divertimos mucho. Y en general lo que sucede en nuestras funciones es que la obra la hacemos con el público. Arrancamos la obra y hay algún comentario de algún chico donde la paramos y vamos hacia ahí, y nos desviamos; o suena un celular y yo bajo y atiendo. Y además transmitir que eso que estamos haciendo se completa solamente con ellos. No es como en otras expresiones artísticas. Lo que nosotros hacemos si no hay al menos una persona mirándolo, no existe, ni va a existir nunca.
Hochman: –Hay muchos aspectos de la tecnología que son para disfrutar solo, y que el teatro, no. Ni como hacedor ni como espectador: se comparte en comunidad.  «

Clásicos y caras conocidas de la tv

Denise y Los Bistelitos. Todos los días, 15:30 hs, Auditorium San Isidro (Av. del Libertador 16.138, San Isidro). Entrada: $100. Niños de 0 a 5 años.
Hänsel y Gretel, de Humperdinck. 7, 14, 19, 20, 21, 26, 27 y 28 de julio, 15 hs, Auditorio San Rafael (Ramallo 2606). 17 y 24 de julio, 17 hs, La Brújula al oeste (Padre Elizalde 181, Ciudadela). Entrada: $100. Ópera. Menor de 12 acompañado de adulto, gratis.
Los Peques. Martes a domingos, 16 hs, Teatro Liceo (Rivadavia 1499). Entradas desde $100.
Pocoyo. Apartir del 6 de Julio todos los fines de semana del mes.  Vacaciones de invierno todos los días a las 17 hs. Teatro Metropolitan Citi. Corrientes 1343. Entradas desde $ 90.
El principito: Comedia musical basada en la obra de Antoine de Saint Exupéry. En vacaciones de invierno de martes a viernes a las 17.30 hs. y sábados y domingos 15 hs. y 17:30 hs. Teatro Coliseo. Marcelo T. de Alvear 1125. Entradas desde $ 80.

Otras actividades

Family Fest: Del 13 al 28 de julio, contenidos internacionales originales, que reúnen a personajes del universo infantil. Anticipadas hasta el 12, $ 100; Pasaporte Familiar: cinco entradas al valor de 3; menores de 2, gratis.
Museo de los niños Abasto: Con actividades especiales en vacaciones. Un museo que recrea los espacios de una ciudad para los chicos. Todos los días de 13 a 20 hs. Corrientes 3247. Niños $ 65. Adultos $ 20.
Parque de la Costa: Con pasaporte invierno se puede volver hasta el 21 de septiembre. Vivanco 1509, Tigre. Para todas las edades.

"Es importante que haya alegría"

Hablar con Magdalena Fleitas (que se presentará en vacaciones en el Konex con su Gran Banda), despierta la idea de que el mundo de los niños es tan sencillo que se hace difícil de explicar.
"Es importante que los padres también disfruten, que el lenguaje no esté infantilizado. Y que haya alegría, que para mí es uno de los ejes de mi trabajo. Aunque sin dejar de reconocer  momentos en los que hay tristeza. No se trata de una euforia superficial sino de una profunda alegría que tiene que ver con la vida, el compartir", dice.
“Hay que aceptar que la realidad nos afecta, y elegir cuál es la realidad que nos rodee, en la medida de lo posible. Como papá uno puede elegir qué cosas va a mirar el hijo en Internet. En YouTube hay videos de arte maravillosos para chicos. Y compartir con tu hijo a upa videos y enseñarle el mundo del arte a través de la computadora es muy rico. Ese momento no remplaza el momento de ir a la plaza, jugar con otros chicos. Hay que aprender a usar la tecnología para enriquecer la vida", agrega la artista.
Fleitas asegura que cuando termina un show no está cansada, sino llena de energía. “Tengo ganas de seguir cantando y ese un indicador de que todo salió bien. Otros indicadores es lo que te cuentan los papás. Un chico que no podía comer empezó a comer cantando una de las canciones de mi disco, entonces se transformó en un ritual familiar con mis canciones. Incluso me escribió una chica que me contó que cuando murió su papá le cantaban "Barrilete", que es una canción que uso para los chicos chiquititos Empezamos a ser todos parte de una red, una comunidad de experiencias en común y me da mucha satisfacción participar de eso y que se inspiren en mis canciones. Uno lo vive con humildad y resulta que para tanta gente termina siendo parte de la vida de la casa, de los viajes en auto. Las canciones trascienden el objetivo inicial y empiezan a circular con mucha más profundidad. Estos son indicadores de que uno le está dando herramientas al mundo, a los chicos y sus familias, para acompañar su vida."

Diversión para todos

 El gobierno de la Ciudad ofrece más de 150 propuestas para chicos y grandes, del 8 al 28 de julio, con entrada gratuita y a precios populares. Entre otras actividades: cine, teatro, circenses, musicales, astronómicos, magia, danza, títeres, exposiciones, talleres, visitas guiadas y la tradicional Feria del Libro Infantil y Juvenil.  Más información en:
 La Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación también organiza una serie de actividades durante el receso de vacaciones de invierno para los chicos en todo el país. Habrá teatro y juegos en los museos nacionales y recitales gratuitos en el marco del programa Música para bajitos. Más información en: .

Propuestas para vacaciones por menos de 100 pesos

 Un tigre en el gallinero. Martes a domingos 16:30, Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes 1543). Entrada: $ 60 (menores de dos años gratis). Títeres, de 0 a 7 años.
 Síndrome de Eureka. Jueves y viernes, 18:30, sábados, 20, Teatro El Popular (Chile 2080). Entrada: $ 60. Para todo público.
 Ventanitas en concierto. 13,15, 17, 19, 21, 23, 25, 27 de julio, 15, Paseo la Plaza (Corrientes 1660). Entrada: $ 65. Musical.
 El conejo en la luna. Domingos, 17, Teatro el Popular (Chile 2080). Entrada: $ 40. De cinco años en adelante.
 5° Festival Internacional de Títeres al Sur. Del Grupo de Teatro Catalinas Sur. Sábado 13 al domingo 28 de julio. Galpón de Catalinas Sur (Benito Pérez Galdós 93). Entradas: $ 35. Adultos, $ 50.
 Lalá Canciones. Jueves y viernes, 15. El Tinglado (Mario Bravo 948). Entrada: $ 60. Menores de 3 años gratis.
 Papando Moscas. 17, 18, 19, 20 Y 21 de julio, 16. La Trastienda. Balcarce 460. Entradas desde $ 90.
 Me pintó una canción. Jueves a domingos, 16, Auditorio Cendas (Bulnes 1350). Entrada: $ 60; de 1 a 2 años: $ 30. Hasta 6 años.
 Bebés al teatro. Canciones a Upa para jugar; Colores primarios; Danza a Upa, una historia de amor en movimiento; A través del agua; Circo a Upa, un circo para armar. Taller del Ángel. (Mario Bravo 1239). Entrada General a partir de 1 año: $ 50; menores a upa, $ 15.
 Poquito a poco. Domingos 7 y 14 de julio. A partir del 19, viernes, sábados y domingos. Teatro: Pan & Arte (Av. Boedo 876). Entrada: $ 50. Para mayores de 4.
 Chiflete. Domingos julio y agosto, 19, NoAvestruz (Humboldo 18a57). Entrada: $60.Para más 6 años.
 Flexible. Laboratorio Lúdico de Arte, Ciencia y Multimedia. Talleres. Lunes a viernes, 14:30 a 17:30. Costa Rica 4880.
 Konex para chicos. Martes a domingos. Martes 9 de julio, 16, lanzamiento y presentación con entrada gratuita. Entre otras ofertas: El Mundo es Mío, Tierra Verde, Bigolates de Chocote, Magdalena Fleitas, El Cascanueces y Las Princesas Encantadas, Pinocho y Coppelia, Sanos y Salvos. Sarmiento 3131.
 Había una vez... un cuento desordenado. Sábados y domingos 16. Paseo La Plaza. Corrientes 1660. Entradas desde $ 65.
 Teatro en el Larreta. María Elena 2, El último tranvía, Historias con caricias, entre otras propuestas. En vacaciones todos los días. Museo Larreta. Mendoza 2250. Entradas $ 50.

OPINIÓN - ¡Que no se aburran los niños! ¿y los padres?
» Dra. Claudia Amburgo de Rabinovich| psicoanalista especialista en niños y adolescentes

Las vacaciones fueron propuestas para darles un descanso de la actividad intelectual, horarios y rutinas de los chicos, pudiendo volver "renovados" para continuar el aprendizaje.
Es muy importante que puedan levantarse más tarde, "remolonear", desayunar tranquilos y, sobre todo, JUGAR: solos, con algún hermano, amiguito, familiar u otra persona que colabore con el cuidado de los niños. Jugar permite experimentar los cambios, utilizar los conocimientos adquiridos, improvisar situaciones y poner a prueba el ingenio con el desarrollo de las fantasías, la creatividad y la elaboración de situaciones traumáticas (logrando hacer activo lo que se padeció pasivamente). También es un momento propicio para realizar programas diferentes: teatro, cine, visitar zoológicos, leerles.
Hay niños que se "aburren" si no tienen actividades programadas durante todo el día y no se desprenden del televisor, play o compu. Los extremos producen estrés o distrés (insuficiencia respiratoria). Muchos de estos niños no saben jugar, se sienten tristes y comienzan con demandas del tipo "comprame tal o cual cosa", interminables demandas para llamar la atención de sus padres, o por carencias afectivas.
Las vacaciones son de los hijos, y los padres siguen sus rutinas de trabajo. Pero en lo posible, turnándose, uno de los dos puede llegar más temprano; si no, solicitar ayuda a los abuelos, combinar con otros padres rotando de casas y, si nada de esto es posible, hay colonias deportivas y recreativas para favorecer el juego, la creatividad  y el deporte. Conviene estudiar cuál se adaptará mejor a cada hijo. Es aconsejable medio día y de tarde, o algunas horas dos o tres veces por semana.

Fuente: Tiempo Argentino

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