Alejo García Pintos: Víctor o los niños al poder


La tragedia, a pocos pasos de la locura y del humor

Hoy sube a escena con Víctor o los niños al poder, una obra que muestra a una familia al borde del estallido

Se define como un actor que posee un amplio registro de matices. Puede adaptarse tanto a la comedia como al drama. Alejo García Pintos dice sentirse muy seguro con su oficio, y aclara: "Digo oficio con mucho orgullo". Eso lo aprendió hace algo más de una década cuando debutó teatralmente junto a Aída y Jorge Luz en Sabato, dome nica e lunedí, de Eduardo de Filippo, dirigido por Cecilio Madanes. "Esa experiencia no la olvidaré nunca. Esos actores me adoptaron inmediatamente y me permitieron conocer su forma de trabajo, y hasta me daban consejos acerca de lo que debe hacer un buen actor."

Si en temporadas anteriores se destacó en el unipersonal Rodolfo Walsh y Gardel, de David Viñas, en el que repasaba la última hora en la vida del escritor, y en la comedia Extraños en un tren, de Craig Warner, ahora asume el rol de Carlos Paumelle, el padre de la pieza Víctor o los niños al poder, de Roger Vitrac, con la dirección de Lorenzo Quinteros. Un texto de fuerte impronta surrealista, creado en 1928 y pocas veces rescatado. El espectáculo se estrena hoy en el Centro Cultural de la Cooperación y el elenco, además, está conformado por Eduardo Calvo, Carolina Adamovsky, Daniela Catz, Jorge Paccini, Romina Moretto, Hilario Quinteros, Gabriel Lima y Julia Tapia.

Víctor es un niño precoz que, a los 9 años, mide más de un metro ochenta y se expresa con la claridad de un adulto, a la vez que manifiesta una crueldad singular. En el día de su cumpleaños descubre una serie de intrigas que rodean a su familia y muere de un mal desconocido.

"Es un proyecto fascinante que me acercó Lorenzo Quinteros, un hombre al que rescato mucho, un tipo muy fiel a sus convicciones y muy apasionado por este texto -comenta el intérprete-. La pieza expone un grado de locura muy fuerte. Tanto, que esa locura va subiendo de una manera inesperada hasta provocar la tragedia. Uno siempre encuentra vigentes a los textos importantes. Y acá lo que se muestra es cómo se puede destruir a un niño al que se le exige que sea un adulto, mientras se habla de adulterio, de traiciones, alguien se suicida. Y todo eso expresado con humor. Una obra compleja, que en su momento dirigió Antonin Artaud y que fue rechazada por el público, pero, sin embargo, tiene una fuerza descomunal."

Acostumbrado a repartir su trabajo entre el teatro y la televisión, Alejo García Pintos se muestra ansioso ante el próximo estreno de Sandía con vino , una miniserie que, a partir de septiembre, se verá por Canal 7 y que lo tiene como protagonista. Es un proyecto auspiciado por el Ministerio de Salud de la Nación. Muestra la historia de un prestigioso cardiólogo que vive en el exterior y se ve obligado a regresar al país después de la muerte de su padre. Aquí lo espera una herencia a la que no le resulta fácil acceder. En cada capítulo se mostrarán aspectos de esta trama pero, además, y siempre en tono de comedia, se hará referencia a un tema médico específico: cáncer, VIH, adicciones, trasplantes.

Hay dos cuestiones que el actor parece tener pendientes: escribir y dirigir teatro. Está convencido de que son dos caminos en los que puede afirmarse. "Me tengo que animar", dice, con cierta inseguridad. La dirección es un proceso casi lógico para él después de desarrollar una carrera destacada. "En algún momento tengo que hacer lo que yo haría y no lo que me pide otro", asegura, con una sonrisa cómplice.

Víctor o los niños al poder
De Roger Vitrac
Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543
Sábados, a las 22.45; domingos, a las 20.

Fuente: La Nación

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