La séptima morada


La historia de Edith Stein, mártir y santa judía, con la dirección de Stella Galazzi

El camino de la fe, en una obra que protagoniza Lili Grinberg en pocas funciones

Edith Stein (1891-1942) fue una judía de gran talento que perdió la fe de sus mayores, ingresó a la universidad a comienzos del siglo XX, fue discípula de Husserl. En 1921, luego de leer la autobiografía de Santa Teresa de Ávila, tuvo una epifanía y se convirtió al cristianismo. La radicalidad de su gesto se completa en 1933 cuando ingresa en el Carmelo. Plenamente lúcida respecto de los avances del nazismo, pide el traslado a un convento de Holanda, donde permanece hasta el 2 de agosto de 1942, fecha en que es detenida por la Gestapo y llevada a Auschwitz. A los pocos días, muere en la cámara de gas. Doblemente mártir, de la Shoá y de dar testimonio de Cristo, Edith Stein, con el nombre con que tomó los hábitos -Teresa Benedicta de la Cruz es canonizada por Juan Pablo II en 1998.

Ésta es la historia que se narra en la obra teatral La séptima morada , en la que -con lógicos saltos temporales van aflorando los pensamientos de Stein en su última noche en una celda, cuando sabe que pronto vendrán los nazis a buscarla. Recuerdos de familia, de estudiante, de filósofa y docente, expresiones de una fe que no decae, de un coraje sin alardes. Lili Grinberg -actriz, bailarina, discípula de María Fux comenzó a apasionarse por el perfil y el recorrido de E.S. hacia fines de los años 80, cuando estudiaba semiótica en París y recibió un pedido de su amiga Matilde Sábado: que le trajera todos los libros que encontrara sobre una tal Edith Stein.

"Por primera vez escucho ese nombre. Cumplo el encargo y ya en librería, me siento atraída por ese personaje y me compró los mismos libros que le llevo a Matilde", memora Lili Grinberg. "Durante años me dediqué a la vida y obra de Edith. Me conmueven mucho su apego a la libertad, a la dignidad humanas. Luego, como judía, me toca mucho esa época de Alemania, de los terribles comienzos del nazismo? También me provocaba ahondar en el recorrido de Edith hasta descubrir la verdad en Cristo, la última morada del alma. Como ella, empecé a leer con fascinación a Santa Teresa de Ávila."

Grinberg aclara que estudiar y admirar a Edith Stein no le generó ninguna contradicción: "Para nada. Soy judía, forma parte de la única comunidad reformista local y, de hecho, nuestro rabino asistió a uno de los preestrenos. Lo que me cautiva es el misterioso camino del alma. De hecho, la propia Santa Teresa era de origen judío por el lado paterno?".

Gracias al director Francisco Javier, Grinberg obtiene el dato sobre un film de Marta Meszaros, La séptima morada y la embajada de Hungría la conecta con la guionista Eva Pataki. En ese entonces, Lili era alumna de actuación de Stella Galazzi, quien le sugiere pedirle a Pataki una adaptación para un unipersonal. La guionista acepta algunas indicaciones y escribe un texto en húngaro, que luego traduciría al castellano Marta Benedek. Y en 2012 comienzan las lecturas con Galazzi, quien a su vez realizó una nueva versión.

"Lo que más me gustó de Edith fue esta determinación de seguir su deseo contra viento y marea", declara Stella Galazzi, directora en 2010 de Estaba en mi casa y esperaba que llegara la lluvi a, de Jean-Luc Lagarce; como actriz, Galazzi rindió una composición memorable en Salomé de chacra , presentada a fines de 2011 (obra que probablemente regrese a la cartelera en el curso de 2013). "La pasión absoluta de quien encuentra la fe y la abraza. También me interesa esa época de Alemania, donde todo era tan extremo. La obra me lleva a plantearme preguntas: ¿por qué ella, de no creer en Dios, pasa a un convento de clausura y acepta que no la dejen escribir? No voy a responder, claro, pero sí a indagar. Por otra parte, soy una mujer que tuvo fe, conozco la potencia de esa certidumbre. Frente al material tan vasto, no fue sencillo encontrar el eje por seguir."

A medida que se decantaba la puesta, Galazzi supo lo que quería pedirle a Claudio Koremblit, responsable del video que cumple funciones de iluminación, con el aporte de Alejandro Le Roux: "Este sistema nos permite también trabajar con las sombras, tan propias del expresionismo. Dentro del ascetismo elegido, querían que estuvieran presentes la cruz, la estrella de David, la esvástica, en un juego de geometrías sobre el piso, la pared. Ese despojamiento también lo logra la escenografía de Marysol Kraviez y Lucio Rossi, el vestuario de Oria Puppo. Desde la musicalización, Koremblit encontró los sonidos precisos para cada morada del alma. La última encuentra su expresión sublime en el poema de San Juan de la Cruz, «La noche oscura», que pronuncia Lili en un momento, que, creo, es de elevada emoción".

PARA IR AGENDANDO

Con entrada libre y gratuita, La séptima morada se presentará mañana, a las 19, en Biblioteca Nacional, Agüero 2502. A ese espacio, volverá el viernes 3 de mayo. Por su parte, el jueves 16 del próximo mes se presentará en la Alianza Francesa, Córdoba 946, con debate interreligioso.

Fuente: La Nación

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