Julio Chávez: Sweeney Todd


“Todos podemos destruir a alguien en dos segundos”

Con Sweeney Todd, El cruel barbero de Fleet Street, Julio Chávez encara el desafío de subirse a un musical. Dice que, a veces, las personas más “domesticadas” son las más proclives a apartarse de las normas.

Hace ya más de cuatro meses, Julio Chávez está obsesionado con su garganta. Por las mañanas, prueba su voz y toma un té caliente pero, además, es adicto a las pastillas de menta y al orégano. Y, sobre todas las cosas, piensa en Sweeney Todd, el barbero asesino, que por primera vez en su carrera lo pone al frente de un musical. Se estrena mañana en el Teatro Maipo: en esta mítica sala de la calle Esmeralda, todos piensan en partituras, tonos, decorados y luces. De fondo, se oye cómo vocalizan los coristas. En el escenario, los técnicos hablan y mueven las manos. Pero Chávez no está ansioso, y sale a tomar aire a la calle. Afuera, justo en el horario que cientos de oficinistas aprovechan para escapar apurados y disfrutar su hora de almuerzo, está nublado y llovizna. Pese al trajín, dos mujeres lo reconocen en la vereda y le cuentan: “Nosotras hacemos terapia, nos gusta mucho el análisis.” El actor, que el año pasado protagonizó con Cecilia Roth tratame bien –unitario que retrató el devenir de un matrimonio que hacía terapia de pareja e individual– les responde: “Lo bien que hacen, sigan, sigan.”

Pero Julio Chávez ya no piensa en José, su último personaje en televisión. Ahora su mente está totalmente ocupada por Sweeney Todd. Reconocido por la crítica y sus colegas como uno de los mejores actores de la Argentina, Chávez siempre transmite seguridad, ya sea en el teatro, la televisión o el cine. Cuando actúa, se transforma: los personajes nacen, y da la sensación de que su propia persona desaparece. En la vida real, el actor vive rodeado de miedos. De todo tipo. Cuenta, por ejemplo, que se asusta si el taxista maneja muy rápido. Y que esos miedos son una manera de protegerse.

–¿Cómo protege el miedo?

–A mí me asusta todo. Es algo muy común en mi vida. Tengo miedos de todo tipo, pero a veces creo que es una manera de pensar que si tengo miedo no me va a pasar nada. El miedo me previene del susto, es una manera de no estar desprevenido.

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