Virginia Lago y Manuel Callau: Por el placer de volver a verla


Una mirada sobre el vínculo esencial

Harán "Por el placer de volver a verla", dirigidos por Manuel González Gil. Es la primera vez que trabajarán juntos.

A poco del estreno de Por el placer de volver a verla, sus protagonistas, Virginia Lago y Manuel Callau, recién llegados a Mar del Plata, conversan sentados en las butacas del teatro Colón. Mientras sobre el escenario se desplazan productores, técnicos y el director de la puesta, Manuel González Gil, ultimando detalles, los actores, del otro lado, se explayan sobre un texto que los cautivó apenas lo leyeron.

En la obra, el vínculo que une a sus personajes es el de madre e hijo. Por el placer... es una pieza que describen como "onírica", que se centra en ese lazo primario que ambos conocen, en la vida real, como padres, como hijos y también como abuelos: Virginia es mamá de Mariana y de Pablo. Manuel es padre de una hija médica. Y los dos están orgullosos de sus pequeños nietos. Tanto, que el primer tema que surge en la charla son la nieta de ella, de un año, y los nietos de él, de ocho meses y de cinco años.

Virginia y Manuel nunca habían trabajado juntos. Esta pieza es la excusa para cumplir la antigua "amenaza" que se vienen haciendo: "Tenemos que trabajar juntos". "Es cierto que nos amenazamos desde hace años. Cada vez que nos cruzábamos, nos repetíamos eso de cuándo vamos a hacer algo", repasa Callau. "Siempre estuvo ese deseo. Y a juzgar por los ensayos, funcionamos bien", agrega.

"Este es un proyecto que tengo desde hace cuatro años", relata Virginia. "Me lo propuso Javier Faroni, el productor. La leí y me enamoré de la obra, es muy bella. No conocía ni siquiera al autor", confiesa la actriz.

Michel Tremblay es un dramaturgo canadiense, y Manuel, quien desde hace seis años vive un poco acá y otro poco en España, cuenta que en aquel país, actualmente, se está dando una obra de ese mismo autor, Las cuñadas, y acaso por el título, se presume que los vínculos familiares son un tema u obsesión que interesa a Tremblay.

"La obra tiene un costado de comedia maravilloso, pero a su vez, tiene varias telas que a medida que se van descubriendo permiten encontrar diversas profundidades", expresa Manolo. "Es un vínculo extraordinario el de estos personajes. El es escritor y trae a su madre, que ya no está con él", cuenta la actriz, que se cuida de no adelantar demasiado, para que el espectador se sorprenda al verla. "La relación es de un amor profundo entre una madre y un hijo. Es una obra llena de poesía, de ternura, de imaginación, de locura", describe Virginia, con dulce apasionamiento.

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Comentarios

Paula de Caseros ha dicho que…
He asistido esta semana a una función de "Por el placer de...." y quiero comentar que tanto la pieza como las actuaciones, la puesta, la música, han sido francamente MARAVILLOSOS.
Tengo 42 años y una discapacidad visual que sólo me permite en la actualidad ver algunos colores y manchas pero con muy poca nitidez sin embargo esto no me impidió en aboluto disfrutar plenamente de la obra gracias al buen decir de Virginia y Manuel.
Al querer contarle a nuestros hijos al día siguiente, tanto mi esposo como yo, volvimos a caer en risas y llantos.
GRACIAS POR ESTO.
REENCONTRARNOS CON LOS AFECTOS DESDE EL CORAZÓN ES LO QUE NOS PERMITE SEGUIR BUSCANDO MOTIVOS PARA SEGUIR EN PIE.
ESTE TIPO DE TEATRO ES EL QUE NOS HACE FALTA EN UNA SOCIEDAD QUE SÓLO CORRE Y CORRE... PERSIGUIENDO...QUÉ?????
Detenernos a pensar que lo más preciado está ahí no más... es movilizante y emociona mucho.
El teatro... es eso, reflexionar, pensar y sobre todo... volar... por un rato... olvidando todos los padecimientos.
INFINITAS GRACIAS y MIL FELICITACIONES DE NUEVO
Paula de Caseros

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