La pesca, Hijos del sol, Los mansos, Tercer cuerpo, La omisión de la familia Coleman, Fin de partida, Heldenplatz (Plaza de héroes), y otras
Densidad, cuerpos y espectros en el año teatral
En la temporada que termina, marcada por el esfuerzo de los conjuntos independientes, las obras y puestas más destacadas lograron desarrollar las aventuras de los personajes sobre el fondo de las preocupaciones sociales y políticas del momento
Cuando se habla de teatro, de tendencias estéticas y de logros sobre el escenario, todo balance resulta provisorio. No les falta razón a quienes apuntan que la ciudad de Buenos Aires tiene más espectáculos en cartel que Nueva York, Londres o París. Esto no significa que todo sea bueno, ni mucho menos. Lamentablemente, las opiniones fuertes se han ido perdiendo y cierto conformismo reina tanto en la crítica como entre la gente de teatro.
La palabra clave para empezar a pensar lo que ocurrió en la escena a lo largo del año es densidad. Denso es algo que consta de muchos elementos, muy próximos entre sí. O algo que contiene varias cosas en poco espacio. Densidad no significa aburrimiento. Una comedia de Aristófanes o de Molière posee densidad. Y ya que el teatro es una espesura de signos, lo menos que se le puede pedir es que esos signos desarrollen su potencia dramática.
Densidad hay en La pesca , de Ricardo Bartís, y no sólo porque se trata de un texto dramático que admite diversas interpretaciones y que tiene connotaciones políticas y psicológicas que hacen a nuestra identidad, sino también por las extraordinarias actuaciones de Sergio Boris, Carlos Defeo y Luis Machín. Tanto es así que podría hablarse de dramaturgia del actor, dado que todo indica que la obra ha ido construyéndose sobre la base de un trabajo conjunto y sostenido entre el autor, que en este caso es también el director, y sus actores.
En una entrevista de Natalia Blanc publicada en estas mismas páginas, Bartís sostiene: "El texto siempre llega mucho después, cuando ya he probado muchas intensidades, ritmos y velocidades, y tengo una gran información no sólo sobre cómo es la escena (cuánto tiempo dura, los parlamentos, las réplicas), sino cómo es el entramado melódico o sinfónico espacial y las intensidades de actuación". Lo que logró Bartís, en uno de los mejores espectáculos del año, es poco frecuente: combinó de manera admirable los discursos individuales de sus personajes con los discursos políticos y sociales de un país acostumbrado a la frustración, a la desidia y a desandar sus escasos éxitos para convertirlos en estrepitosos fracasos.
Más en ADN Cultura
Comentarios
mi blog esta dedicado a la actriz argentina Susú Pecoraro, espero te pases y lo visites si?? :)
te dejo cariños inmensos!
esta buenisio tu blog :D
Mée