La ciudad con más teatros del mundo


La ciudad con más teatros del mundo

Con alrededor de 400 obras en cartel y 187 salas, Buenos Aires se impone ante París y Nueva York

Nueva York es la ciudad de los rascacielos; París, la de los museos. ¿Y Buenos Aires? ¿Qué la define y distingue de las demás capitales del mundo? A pesar de que muchos teatros se demolieron cuando la calle Corrientes se convirtió en avenida, las salas y sus escenarios siguieron multiplicándose y se instalaron a lo largo y ancho del mapa porteño. Ni Caminito ni el Obelisco. La Reina del Plata se destaca del resto de las ciudades por la cantidad de salas y propuestas que ofrece.

En Proteatro, el instituto que protege y fomenta esta actividad, se encuentran registradas 156 salas que pertenecen a dos circuitos: el comercial y el independiente. De aquel total, 22 pertenecen al primero, confirmó la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (Aadet), y 134, al tercero (también llamado off o alternativo). Gabriela Lerner, una de las directoras de Proteatro y miembro de la Asociación Argentina de Teatro Independiente (Artei), destaca el volumen de la franja independiente y habla de "estallido cultural", definición que no resulta exagerada: en 2002, había sólo 70 salas en el off . El tercer circuito es el oficial, que posee 14 salas, entre ellas las del Complejo Teatral de Buenos Aires y el Teatro Nacional Cervantes (además del Centro Cultural Rojas y el 25 de Mayo). Esto suma un total de 170 salas, aunque hay otras que no pertenecen a ninguna agrupación y se calcula que el total asciende a 187. En este contexto, la expresión "teatro en los sótanos", aquella que se refería a la realización de obras del circuito independiente en sitios que no fueran salas teatrales, quedó pequeña. En los domicilios de los directores, en los altillos, debajo de los quioscos, las representaciones afloran en la ciudad, no importa dónde.

Quienes pueblan el universo de las tablas hacen una observación: la proliferación de espectáculos no se cuestiona, pero este hecho no es un valor en sí mismo. La calidad de las casi 400 obras en la cartelera porteña es dispar: allí habitan piezas innovadoras, textos de autores consagrados y montajes experimentales de artistas que buscan nuevas vías de expresión. Otra cifra significativa es que alrededor de 50.000 personas estudian teatro en institutos públicos y privados o participan de talleres y seminarios.

"El teatro tiene que ver con el estado de ánimo: el argentino acude al analista y es fanático de Woody Allen porque en ambos encuentra lo que busca. Y el teatro es la expresión que elige", ensaya una teoría que explique este fenómeno Carlos Rottemberg, propietario de 7 salas en la ciudad, y apodado "el Señor de los Teatros". Además, sostiene que frente a la pérdida de público que padece el cine (frente al avance de copias pirata) la curva de confluencia del teatro es ascendente.

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