Andrea Cavarra


La imaginación en el cuerpo

El intérprete, miembro del grupo Teatro Agricolo, fue invitado a la Semana de la Lengua Italiana para exhibir técnicas y recursos de una disciplina que “enseña a actuar, cantar, bailar y ejercitarse en acrobacia”, según explica.

“Nuestro teatro está muy pegado a la tierra, la artesanía y lo popular. No nos ocupamos de la televisión ni del cine porque nos gusta trabajar en las plazas con el público que no tiene costumbre de ir al teatro.” El actor Andrea Cavarra resume de esta manera la actividad del grupo Teatro Agricolo, invitado a la octava edición de la “Semana de la Lengua Italiana en el mundo”, que organiza en la Argentina el Instituto Italiano de Cultura y cierra el 10 de noviembre. Cavarra y Giovanni Balzare-tti, también de Agricolo, han dado ya los últimos toques al laboratorio sobre commedia dell’arte, desarrollado en el Galpón de Catalinas Sur, asistidos por el argentino Alfredo Iriarte. Distintas entidades y organismos italianos y locales apoyan este evento con acceso libre y gratuito. Cavarra y Balzaretti ofrecieron ya dos funciones de La Commedia dell’arte en la plaza, en el Museo Histórico del Cabildo y en el Centro Cultural Recoleta, y preparan otra función para el domingo 9 a las 17.30, en el Centro Cultural del Sur (Av. Caseros 1750), con los alumnos del laboratorio.

Según cuenta Cavarra, para estas presentaciones se han adecuado trajes en los talleres del Grupo Catalinas Sur. “Nos preguntábamos si tenía sentido utilizar acá la ropa tradicional de la commedia, como la capa negra o el pantalón rojo para determinados personajes y decidimos que la vestimenta de los años ’50 era más representativa.” Cavarra se entusiasma con el teatro comunitario que se hace en Buenos Aires y relaciona a la comedia italiana con el sainete rioplatense y sus prototipos derivados de la inmigración. Opina que la commedia... nunca acabó y que el conocimiento y práctica de este género es esencial en un actor: “Enseña a actuar con la voz y el cuerpo, a cantar, bailar y ejercitarse en acrobacia; a escribir sus canovaccios, esquemas de historias muy simples, fáciles de comprender para el público, sobre las que el actor improvisa. Además, nos gusta porque no es teatro burgués”, resume, en diálogo con PáginaI12.

–Pero fue adaptada al gusto burgués.

–Sobrevivió dos siglos desde el XVI y está claro que necesitó cambios. El teatro de Carlo Goldoni no es la commedia original, rústica, con su Truffaldino y el astuto Brighella. La commedia influyó en Shakespeare y Molière, pero los prototipos originales fueron cambiando, como el trabajo de los intérpretes.

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