Pablo Ini

"Siempre fui muy estudioso"

Actor? Sí, muy lindo pero no para hacer de eso una profesión". Más o menos, ésa fue la consigna familiar que recibió Pablo Ini. Así que, antes de convertirse en el actor profesional que es hoy, y superar el mandato familiar, pasó por la Facultad y se recibió de economista en la UBA, con medalla de oro. Pero el teatro siempre estuvo, ahí, como actividad paralela, acechando hasta el momento en que decidió frenar y arrancar de nuevo para ganarse la vida actuando.

"Siempre fui muy estudioso, me gusta. Además de Economía, pasé por Derecho. Pero me interesan como ciencia, como conocimiento, no para vivir de eso. Igual, soy disciplinado y también estudié mucho teatro, desde adolescente", cuenta. Arrancó con Hugo Midón y siguió la ruta (casi ideal) de los que buscan excelencia: clases con Carlos Gandolfo, Augusto Fernandes, seminarios con Joy Morrison y hasta seis meses en Nueva York, en el Instituto de Lee Strasberg. "Fue una experiencia increíble, intensísima. Me llamó la atención lo académico que es. Me encantó compartir esas horas con gente de todo el mundo, aunque al principio me costaba actuar en inglés y había profesores tan estrictos que habían dado clases a Robert De Niro o Al Pacino, que me inspiraban miedo".

Desde entonces, Ini convirtió su vocación en una auténtica filosofía de trabajo y participó en decenas de programas de televisión, desde su debut a los 19 años, en Amigos son los amigos, pasando por Gasoleros, Una de dos, Patito feo, Son de Fierro y, hasta lo último, en Vidas robadas, componiendo a un miembro de una agencia de modelos que buscaba chicas para introducirlas en el tráfico de personas. "Estuvo muy bueno. Cuando la televisión está hecha con calidad, es un espacio en el que también se puede crear y vale la pena. Y con un programa tan visto, sentís lo que genera tu personaje en la calle, cómo le pega a la gente".

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