Princesa Cenicienta

Reyes en zapatillas

Una versión atípica del clásico cuento, con los protagónicos de Luisana Lopilato y Rodrigo Guirao Díaz.

Con el sello de su directora Alicia Zanca, Princesa Cenicienta, protagonizada por Luisana Lopilato, ofrece un cuento clásico, con una impronta distinta. Su puesta tiene algo de troupe, de cortes medievales, de teatro isabelino en la utilización del espacio, un estilo enriquecido que le gana al mero cuento de hadas deslumbrador de niñas.

En la platea las edades son tan dispares que incluyen a pequeñas de tres años y preadolescentes de 13: ninguna saldrá defraudada. En el caso de las últimas hay un atractivo letal: el galán juvenil Rodrigo Guirao Díaz es el príncipe de esta historia. Un príncipe en zapatillas que toca en una banda de rock, de lo más simpático, muy bien interpretado por Guirao Díaz, a quien le sobra carisma y humor y quien debe enfrentar desafíos como ponerse a bailar con pasitos "a lo Elvis Presley" en medio de las butacas, cerquísima de la gente.

Es que, durante casi toda la obra el espacio del público se convierte en una parte más del escenario, utilizada con constantes recursos que lo involucran y lo sorprenden. Convirtiendo al público (como ocurría en la Edad Media), en partícipe de la obra.

Luisana Lopilato resulta igualmente carismática y encantadora. Lo mismo que el resto del elenco: Georgina Barbarossa es una madrastra a lo Cruela De Vil; Laura Cymer y Dalia Elnecavé, unas hermanastras horrorosas con algo de cavernícolas. Se suman Marcelo Xicarts, Federico Howard, Mariano Torre, Leandro Aita y la propia Alicia Zanca, que compone a un hada encantadora y pícara, ¡que no usa vestido rosa!

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