Pablo Echarri: The Pillowman


Pablo Echarri: "Tengo miedo"

Desde el jueves será el protagonista de "The Pillowman" ("El hombre almohada"), la obra dramática con altas dosis de humor negro que le permitirá probarse en otros registros. Ya lejos del galán, del que no reniega, confiesa que necesitaba "animarme al cambio". A los 38 años, el ex Conde de Montecristo abre sus temores frente al desafío y comparte postales de su vida familiar. Se reconoce un buen contador de cuentos a la hora de irse a dormir.

La infancia le sobrevuela estos días. Se acuerda de viejos juegos, de viejos temores, de viejas sensaciones que parecen no tener fecha de vencimiento. "Cuando me agarraba a las piñas o me sentía acorralado ante alguien, le saltaba a la yugular. Tal vez me comía un par de manos, claro, pero me probaba. Ante el desafío me tiraba de cabeza y de pechito y salía de ahí como podía. Desde pibe me pasa que cuando siento miedo necesito sacármelo. Como yo era un nene medio adulto, siempre entendía que era más doloroso recular y volver a casa asustado, que poner el cuerpo y comerme dos o tres cachetazos", reconoce Pablo Echarri, quien encuentra en aquellas peleas de la esquina un espejo que ahora, seguramente, le está devolviendo la imagen de aquel chico que fue. El que se animaba en las bravas.

Y entonces dice: "Tengo miedo". No hay rivales, no hay guapeza que sacar a relucir, tampoco hay testigos en este mediodía a puertas cerradas, con una mesa puesta en medio de un teatro vacío. El lugar parece inmenso, inabarcable, pero él, frente a su taza de café y su hilván de emociones, logra hacer de esas ocho baldosas del centro el único espacio de atención. Como si una lámpara dicroica, que no hay esta vez, cayera sobre esa mesa y el resto se diluyera en penumbras. En ese marco, la frase retumba.

En Clarín

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