Como quien oye llover


Una celebración de la vida y de lo femenino

Juan Pablo Geretto es un gran actor que hace transitar al espectador entre la carcajada y la emoción

Estreno de prensa rimbombante, entusiasmo y espera. En ese lapso, uno escucha comentarios varios sobre la trayectoria de Juan Pablo Geretto. Trabajó en ShowMatch , está en Mañanas informales y parece que en Rosario es tan famoso como Fito Páez. Este cronista lo desconocía totalmente, salvo por un volante que tuvo durante mucho tiempo en sus manos de una obra que se llamaba Solo como una perra , y que nunca pudo ver. Imperdonable.

Ver en escena a Juan Pablo Geretto es, sin exageraciones, un placer que se agradece. En resumidas cuentas: un excelente actor, un escritor exquisito y un director con una visión integrada.

Algunos lo comparan con los mejores humoristas que se transforman en mujeres y monologan sin parar sobre un escenario. La distancia es enorme. Lo que hace Geretto resulta más valioso. Porque es un actor exacto, minucioso; porque desestima la caricatura y apuesta a la composición; porque es un observador sensible más que un imitador ácido. La acidez y el humor negro también forman parte de su humor, pero lo suyo es el trazo fino, la naturalidad.

En El Cubo, Zelaya 3053. Jueves y domingos, a las 21.

En La Nación

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