Teatro Colón


Una celebración puertas adentro

Un acto en el Salón Dorado y una supuesta “gala lírica” en el teatro Opera dieron cuenta de un centenario muy descolorido.

Un programa de fútbol dominical, dedicado a resumir lo sucedido ese día, no sería lo mismo que, por ejemplo, uno bautizado Alma racinguista. Ambos estarían destinados a gente interesada en el fútbol, desde ya, pero los códigos y los sobreentendidos serían otros. La repetición incansable del gol de Cárdenas al Celtic, festejada sin duda por el público de uno de ellos, sería una insensatez para gran parte del que mirara el otro. El mundo de la llamada música clásica no es tan distinto. La Asociación de amantes de “Una furtiva lágrima” en la versión cantada por Fabrizio Toscone y registrada en disco pirata el 3 de junio de 1934 podría, en ese sentido, permitirse cosas que, realizadas por un teatro de ópera sostenido con fondos públicos, serían errores crasos.

En Página/12

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