Otelo, campeón mundial de la derrota
Una versión de Otelo, con humor y desparpajo
La puesta ambienta la tragedia en un gimnasio
Extrañamente, el mundo pugilístico que creó Alberto Ajaka para calzar en él la tragedia de Otelo cuadra con justeza. No desentona ni suena forzado escuchar los textos de Yago (casi tal como los escribió Shakespeare) en boca del entrenador de un Otelo boxeador que ha dejado de lado a ése, su hombre de confianza, para elegir como manager o representante al bienintencionado Casio. Desdémona, en esta versión barriobajera, canta como recién salida de un cabaret alemán, y se le cree.
En La Nación
La puesta ambienta la tragedia en un gimnasio
Extrañamente, el mundo pugilístico que creó Alberto Ajaka para calzar en él la tragedia de Otelo cuadra con justeza. No desentona ni suena forzado escuchar los textos de Yago (casi tal como los escribió Shakespeare) en boca del entrenador de un Otelo boxeador que ha dejado de lado a ése, su hombre de confianza, para elegir como manager o representante al bienintencionado Casio. Desdémona, en esta versión barriobajera, canta como recién salida de un cabaret alemán, y se le cree.
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