Graciela Dufau

Graciela Dufau: "De chica, yo no me gustaba"

Atrás quedaron los complejos de la infancia. Estudió danza, piano, fue modelo y lleva 48 años arriba de un escenario. Adora la pasta frola de panadería y se confiesa fan de Sandro. Retrato de una mujer que sorprende.

Tiene 48 años de oficio y una claridad que la lleva a decir que le "resulta muy difícil rechazar trabajos. Me parece que Dios me va a castigar... Yo no me olvido de cuando, por ejemplo, decía La mesa está servida en Canal 9 y luego me iba al 11 en colectivo para decir Pongamos a funcionar el lavarropas. Siempre tuve los pies en la tierra". Aun cuando de pequeña los quiso apoyar de punta y su mamá se los bajó de prepo: "Una vez, en la escuela de danza escuché que ella le decía a otra mamá Sí, es una lástima, porque la mía tiene las piernas gorditas. Esa frase me marcó. Por eso, de chica, yo no me gustaba". De grande, Graciela Dufau supo reconciliarse con la nena que fue, con la mamá de la nena, con las trenzas de la nena que no le permitían parecerse a Rita Hayworth.

El sábado 7 de junio, a las 18, subirá a escena en Clásica y Moderna con "Confidencias de una bruja", interpretando a un puñado de autores.

En Clarín

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