Valeria Lois: La mujer puerca


Un camino a la santidad, a sala llena

La actriz se luce en El picadero con La mujer puerca, un unipersonal revelación del off.

Todos los lunes a la noche, Valeria Lois se sienta a un costado de la platea y mira cómo se llenan en muy poco tiempo los asientos del Teatro Picadero. El fenómeno puede parecer extraño: hasta no hace mucho tiempo, La mujer puerca –el unipersonal en el que ella actúa– se presentaba en una pequeña y bella sala independiente. Ahora, es un éxito del circuito comercial y en un día inusual para el teatro. "Yo estaba sentada en la platea y pensaba: 'Toda esta gente me vino a ver'", dice la actriz y no esconde la alegría que le produce ver cómo en cada función se va cumpliendo el sueño de toda su vida.
La mujer puerca se estrenó en 2012 y en poco tiempo se volvió un suceso del off. La pieza escrita por Santiago Loza y dirigida por Lisandro Rodríguez logró una convocatoria que trascendió al público teatrero que gusta de las obras independientes. Tanto convocó, que Sebastián Blutrach (dueño del Picadero) los invitó para que fueran a su sala grande. El fenómeno sigue sucediendo: la gente no se cansa de ir a ver la historia de una mujer huérfana, desesperada por volverse una santa, por alcanzar un estado que la eleve del mundo terrenal en el que fue tan pisoteada.
Así que Valeria, ya vestida con las prendas tan propias de su personaje, sentada en un costadito, que está a punto de subirse al escenario, mientras pide permiso a la gente. ¡Y esto es literal! Antes de subir, mira al público y dice: "Perdón, perdón, disculpen, qué tal…"; tiene que asimilar que ella solita llena un teatro comercial y empieza a hacer lo suyo. "Es tan lindo sentir eso. Igual, trataba de que no me produzca pánico, pero registro claramente que es lo que siempre quise. Más allá de la evolución del actor, yo vengo del teatro y es un lugar del cual me siento parte. Cuando no sepa qué hacer, es el lugar al que voy a volver. Está presente todo el tiempo", cuenta.
La carrera de esta actriz se fue construyendo con su presencia en varios hitos teatrales. Fue, por ejemplo, una de las intérpretes de Cineastas (la última obra de Mariano Pensotti), también estuvo en Estado de ira (Ciro Zorzoli) y Breve relato dominical (Matías Feldman). En los últimos años, también comenzó a tener una mayor presencia en la televisión (ver recuadro). Pero el caso de La mujer puerca tiene, para Valeria Lois, algo milagroso. "Yo soy trágica y negativa, Lisandro tenía más confianza y es más esperanzador. A mí me pareció increíble la obra, pero no tenía ni idea cómo iba a ser posible hacerlo. Me parecía muy difícil. Pero era tan bello que no se lo iba a dejar a otra actriz. La construcción del personaje fue desde muchos lugares. Me generé unas cosas desde afuera, con esas poleras que usa, las zapatillas, el esmalte, la crema que tiene en esa mesita de luz, la colita de pelo", relata.
El resultado fue el desarrollo de una mujer invisible, que se hace notar por la fuerza de su relato y el modo en que lo cuenta.  Así la imaginó Valeria: "Es una de esas minas que vive con las monjas pero no lo son. Yo tenía esa referencia de mi infancia, de una escuela de monjas que estaba cerca de mi casa. Una mujer que tiene un convencimiento de las cosas que dice y, a la vez, convive con la fragilidad, la locura y la incapacidad para sostenerse en la realidad. Una persona no querida, básicamente. Creo que lo  peor que le puede pasar a una persona es sentir que nadie la quiere. Es un tema que me afecta, porque pienso enseguida en los hijos. Los hijos que no son queridos, no porque no son buscados, sino porque sus padres no los quieren, no sienten amor. El no querido es la cruz, te marca para siempre, te desconecta de la vida para siempre."


"No tenía límites"

El año pasado Valeria Lois tuvo una muy buena experiencia con su participación en la tira Guapas (El Trece), en la que compartió muchas escenas con la dupla Mercedes Morán – Dady Brieva. Cuenta sobre esa etapa: "Carolina Aguirre, una de las guionistas, me dijo en un momento que mi personaje era una impune, y eso para mí fue la llave para componer la historia, no tenía límites. Además actuar con Mercedes y Dady fue hermoso. Son personas que te arman la escena desde una intensidad y una cuerda entre humorística y dramática muy sólida. La tele tiene algo muy genial: eso que padecemos los actores que venimos del teatro de que no hay ensayo y que hay que hacerlo de una, pero produce un vivo y una realidad de que pasa ahí, y por primera vez, lo que es muy atrapante. Cuando lo hacés, tiene una frescura,  una realidad que si la escena lo capta es buenísimo."


Mujer invisible

Valeria Lois describe la construcción de su personaje desde varios lugares, de adentro hacia afuera y desde el vestuario, por ejemplo. Dice que fue un desafío dificil pero no quería dejárselo a otra actriz. Con la obra giró por varios pueblos del interior del país y tuvo funciones especiales, en Villa 21. La mujer puerca se presenta todos los lunes a las 21 en el Teatro El Picadero: Enrique Santos Discépolo 1857. Entradas: $200 y $150.

Fuente. Tiempo Argentino

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