lunes, 9 de marzo de 2015

Ensayo sobre la gaviota


Un creativo y prolijo desencuentro teatral

Creada y dirigida por Marcelo Savignone, la obra que nace a partir de los textos de Chéjov fusionados con otros autores, presenta un despliegue corporal equilibrado. Sin embargo, le faltó engranar todas las piezas de la propuesta.

Si hay algo que ha hecho Marcelo Savignone en sus espectáculos  es darle un portazo al teatro discursivo. Jamás se verán en sus obras, personajes que hablan y hablan y no saben qué hacer con el cuerpo, planteos que se estiran hasta el cansancio, sin registro de la acción dramática. Eso no está.  Este artista rosarino encontró desde hace rato, a fuerza de exploración y entrenamiento, un estilo de rotundo sello personal.
En ese estilo propio, el teatro físico aparece como una influencia predominante. Pero no por escuchar al cuerpo, Savignone se olvida del peso de la palabra. Todo lo contrario, él se sumerge en los autores clásicos, que hicieron de la escritura toda la fuerza de su vitalidad. Trabajó con Shakespeare y ahora lo hace con Chéjov en su último espectáculo, Ensayo sobre la gaviota. Esta propuesta busca ser una fusión entre la obra original de Chéjov y El cuaderno de Trigorin de Tennessee Williams. Frente a este cruce de textos clásicos, lo que se ve en la obra es la intención de volverlas contemporáneas, de acercar los lenguajes, sin limitar todo el potencial de las piezas originales.
Lo contemporáneo de Ensayo sobre la gaviota aparece en varios aspectos que forman este sistema fugaz y a su vez tan instalado en la memoria que es el teatro. Se ve en el vestuario, de ropa moderna y hasta "palermitana" de los personajes, aparece en esa escenografía fragmentada que recrea distintos ambientes, sin necesidad de darles un obvio hilo conductor y en la mezcla de géneros que aparecen en el espectáculo. Por momentos, Savignone (en el rol de Trigorin, el famoso escritor de la historia) se acerca a un micrófono de pie, y cual show de stand up, habla de las relaciones humanas. Claro, no intenta ser gracioso. También se ve lo contemporáneo en los movimientos de los actores que intentan representar con el cuerpo acciones físicas concretas, que repercuten en todo lo que sucede en esa historia. Por ejemplo, hay breves coreografías, grupales e individuales.
El resultado es complejo y difícil de asimilar. Está bien, no tiene por qué ser fácil. El teatro no debería facilitarnos las cosas. Savignone explora, no se cansa de investigar.  Pero lo que se ve es que cada componente de este espectáculo no dialoga con el resto. No se comunicaron en el engranaje de la máquina teatral. No desarrollaron un sistema. Hay momentos para el texto, otros para la expresión corporal, otros para el lucimiento personal. Una escena aflora en Ensayo sobre la gaviota: todos los personajes corren en círculo, a veces lo hacen en reversa. Cada uno corre a su amor no correspondido. Algunos se encuentran, otros no.   «


La ficha

Ensayo sobre la gaviota

Concepción, dirección y coreografías: Marcelo Savignone.
Actores: María Florencia Álvarez, Mercedes Carbonella, Luciano Cohen, Merceditas Elordi, Pedro Risi, Belén Santos y Marcelo Savignone. Escenografía: Lina Boselli. Vestuario: Mercedes Colombo. Iluminación: Ignacio Riveros. En la Carpintería.

Fuente: Tiempo Argentino

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