Teatro Bombón


Una casa tomada por el arte

No está todo dicho en el teatro porteño. Nunca lo está. Y si no, hay que ver qué hacen tantas personas un domingo a las cinco de la tarde, paseando de habitación en habitación, subiendo escaleras y golpeando puertas de una bella casona antigua para ver obras de teatro.
Eso pasa en el ciclo de "Teatro Bombón", una propuesta que reúne once espectáculos de media hora de duración que se desarrollan en distintos espacios de una casa art noveau  tomada por el arte.
El ciclo se hace cargo de dos aspectos cada vez más vitales del buen teatro: el espacio escénico y la experimentación. En el primer caso, porque cada una de las obras está pensada para el lugar donde se representa. El hecho de que las situaciones transcurran en habitaciones de pisos de madera, techos altos y ventanales antiguos forma parte de la estructura de la obra. No son representaciones que se hacen y deshacen en cualquier lugar, sin registrar las características del espacio. Pero además, gran parte de las propuestas que se presentan en el ciclo se animan a trasgredir, a explorar ya sea desde el texto, el lenguaje corporal o las condiciones de representación.
Todos o ninguno, el espectáculo de Pablo Rotemberg, por ejemplo, dialoga muy bien con La Casona Iluminada, el lugar donde se realiza Teatro Bombón. La pieza es una performance de danza-teatro en la que tres intérpretes desnudos se someten a distintas situaciones de violencia física. Víctima y victimario cambian constantemente hasta desdibujarse. Al final, quedan los tres agotados y con el cuerpo herido (esto es literal, se les puede ver las marcas de las cachetadas, golpes y empujones a los que se sometieron) recuperándose en un sillón.
Durante la performance, los artistas se pasean por la casona desnudos y  conviven con la gente que  saca sus entradas, sube las escaleras o toma un café en un pequeño bar. La propuesta trabaja muy bien el fuera de campo ficcional, con los bailarines que se asoman por las ventanas o abren las puertas y lanzan gritos hacia el living.
Mientras tanto, en otra habitación, también transcurre otra historia. En cada lugar sucede algo y durante más de cinco horas. La máquina creativa se puso en marcha. «

Fuente: Tiempo Argentino

Teatro Bombon, con piezas de Ciro Zorzoli, Andrea Garrote, Rafael Spregelburd, Dennis Smith y otros. Sala: La Casona Iluminada, Corrientes 1979.

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