Pepe Cibrián Campoy, Ana Acosta, Graciela Pal y Linda Peretz: Lifting


Muchas mujeres en tres

Dirigidas por Pepe Cibrián Campoy, Ana Acosta, Graciela Pal y Linda Peretz protagonizan Lifting, una obra que se ríe de algunos vicios femeninos

fting es un sustantivo, un anglicismo, es decir, una palabra de origen inglés, que se incorpora al idioma español. Deriva del verboto lift, que significa levantar. Este movimiento ascendente es el que realizó hace días Pepe Cibrián Campoy cuando recibió el premio Hugo de Oro, a la excelencia en el universo del teatro musical. Lifting también es el nombre de un espectáculo y, en su acepción más conocida, un procedimiento quirúrgico y estético que busca burlar el paso del tiempo y otorgar al rostro la apariencia de un ser más joven del cual se es realmente. El realizador y actor convocó a un trío de actrices "de determinada edad", como ellas se describen, para esta producción: Ana Acosta, Graciela Pal y Linda Peretz. El objetivo es claro y remite al título: levantar el espíritu de los espectadores mediante sketches.

Hace algunos años, Cibrián Campoy conoció en Madrid a los autores Félix Sabroso y Dunia Ayaso, una dupla muy popular del cine y la TV española, experta en comedias. Incluso los hermanos Almodóvar, con su productora El Deseo, llevaron al cine ¡Descongélate! Sabroso le entregó a Cibrián Lifting para que lo leyera y el amor fue inmediato, pero recién en este momento de su vida pudo llevarlo a escena. "Vamos a divertirnos con lo que está pasando en el mundo, con niñas que quieren lolas, en vez de celebrar su fiesta de 15 años, con profesores de spinning, y estas cosas raras que la gente se pone en el cuerpo."

Una azafata, una enfermera, una madre con su hija adolescente y un ama de casa son algunos de los personajes que componen estas tres actrices: "Ninguna es una paracaidista del teatro. Linda tiene una magia y un sentido del humor que ni ella misma sabe; Graciela es de raza, de familia de actores. Tiene una vis cómica excepcional; Ana es una actriz muy maleable y muy sobria, de una gran presencia". En Lifting, Peretz, quien lleva 14 años haciendo el unipersonal No seré feliz pero tengo marido, trabaja por primera vez con Cibrián. En cambio, Pal y Acosta conocen muy bien a este realizador: Pal fue parte del elenco original de Aquí no podemos hacerlo, en 1978; y Acosta trabajó con él en Los Borgia, Aquí no podemos?, Invasiones inglesas y Las dulces niñas.

"Trabajar con gente con experiencia puede a veces ser algo complejo. Me pasó cuando la dirigí a mi mamá [la gran Ana María Campoy]. Era una mujer maravillosa, pero tenía sus vicios como actriz. Hicimos juntos La importancia de llamarse Wilde y todo el tiempo le decía: «Mamá, no me hagas una comedia». Era muy difícil decirle que abandonara el rodete. Pero en este caso ellas no son mi madre, así que es distinto el vínculo. No tengo que formarlas, porque tienen incorporado el oficio. A ellas las tengo que deformar", dice el director.

Para llevar a escena Lifting, Cibrián eligió una puesta despojada, con pocos elementos escenográficos: "Lograr algo con pocos elementos es algo difícil, que se entienda que algo es un teléfono o que alguien bebe de una taza. En la escuela teatral se llama «objeto imaginario». Ellas manejan esta técnica con naturalidad. Me allanan el camino. La mirada acá está puesta en ellas tres", explica. Acosta se refiere a un don en la dirección de Cibrián: "A él le gusta mucho la dirección de actores, además de ser un gran puestista. Hay momentos de quiebre donde muestra la trastienda y hace que aparezca la persona, el intérprete que hace al personaje".

Graciela Pal, a quien se la puede ver en Somos familia (Telefé), acaba de terminar una gira por el interior con el Cervantes, de la mano de El gran deschave, luego de dos temporadas en la sala mayor del teatro porteño, dice que es un placer reencontrarse con Linda "después de tantas cosas vividas, buenas y malas; te da seguridad, porque los actores somos personas inseguras". Peretz habla de un humor absurdo y surrealista en esta obra donde aparece un mosaico rico de personajes femeninos. "De alguna manera se lo puede vincular a Monólogos de la vagina, pero esta última tenía que ver más con lo sexual, y Lifting, con lo estético", dice la actriz que, además, presenta El ave, en el Maipo, con el contratenor Joaquín Soffredini y dirección musical de Julián Vat. La actriz agrega que Lifting es una obra que demanda una gran exigencia física: "Cada una hace varios personajes. Tenemos monólogos intensos y hay que entrar y salir en el momento justo, no podemos distraernos un segundo, porque ese segundo arruina todo".

Para Acosta, el humor es protagonista de esta pieza, pero aquello de lo que se habla no es tan gracioso ni los personajes atraviesan momentos de alegría. "Estas mujeres, que lo único que quieren es ser queridas, hacen todo al revés de lo que deberían hacer. Me identifico con ellas en algunos puntos, y a la vez no. Estos personajes se equivocan, porque para recibir amor, hay que darlo", acota Pal. Esta mirada sincera y también cruel de la mujer se bebe en Lifting con un trago dulce durante este juego de máscaras. "No hay moraleja, sólo queremos que la gente se divierta en este delirio puro", concluye Cibrián.

LIFTING

Tabarís, Corrientes 829.

Funciones, viernes, a las 20.30; sábados, a las 20.30 y 22.30; y domingos, a las 19.30..

Fuente: La Nación

Arriba, abajo del escenario y en la pantalla grande

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