Florencia Peña: Vale todo (Anything goes)


"Nada me mata, todo me fortalece"

La actriz no deja de lado ningún tema y se sumerge en uno de los mayores desafíos de su carrera como protagonista de Vale todo

Cuando habla, fundamenta. Es valiente. Pero también algo kamikaze. Ella lo sabe y algo de ese riesgo le gusta. Aunque por momentos lo sufra, aunque maldiga el instante en que se metió en esa, aunque tal desafío le genere el mayor aprendizaje de su vida. Ese puede ser el mayor atractivo que Florencia Peña encuentra en caminar por el borde: saber que todo es aprendizaje, hasta cuando tiene que desviar las pedradas. Con un año y medio de vida debió soportar una gran operación en el cráneo porque nació con los frontales abiertos; de muy joven se atrevió a operarse los pechos para tirar a la basura el mote de Pechocha; cuando no había muchos actores produciendo, ella produjo una obra infantil en la calle Corrientes; por amor a la comedia musical, no tuvo problemas en formar parte de algún reparto teniendo un cartel inmenso en la televisión y cuando todos decían que era una de las grandes comediantes, se metió a hacer drama. Ensayó las coreografías de una obra que nunca pudo hacer ( Chicago ) embarazada de seis meses y también desafió los comentarios de todos cuando aceptó participar en "Bailando por un sueño", hasta llegar a la final con cuello ortopédico. Y qué decir de cuando aquellos que no coinciden con sus ideas le dicen de todo menos bonita. Ella responde siempre con humor, con ironía, simpática.

Ahora, luego de un desencanto televisivo y de elogios por su trabajo en la comedia dramática El hijo de puta del sombrero , vuelve a saborear la más pura comedia musical con un protagónico exquisito: el de la adorable Reno Sweeney, en Anything Goes o Vale todo , como se llama la versión porteña del clásico de Cole Porter. Y es un desafío supremo, ya que esta obra, inscripta en el estilo brillante de aquel musical de los años 30, le exige entonar nada menos que las canciones de Porter, además de zapatear y de sacar toda la chispa en los pasos de este vodevil brillante que transcurre en un crucero. "Cuando vi la obra en Los Ángeles y terminó el primer acto, dije que mi principal desafío sería hacer el cuadro completo que lo cierra, que dura siete minutos. Sweet Charity fue un desafío para mí, pero éste tiene otra complejidad, técnicamente es muy difícil, en lo vocal y en lo coreográfico. Tuve que trabajar muy duro para llegar al nivel de excelencia que tienen mis compañeros de elenco."

Se entusiasmó cuando el productor Javier Faroni la llamó para decirle que tenía este musical para que protagonice; y más aún cuando supo que Alejandro Tantanian sería el director. Luego aparecieron los demás nombres: Hernán Matorra como director musical; su ex esposo, Mariano Otero, como arreglador; Vanesa García Millán y Rodrigo Cristófaro, como coreógrafos, y un elenco que parece soñado por ella. Enrique Pinti es el cómico facineroso de la historia y el galán pícaro es su gran amigo Diego Ramos. Los secundan Roberto Catarineu, un maestro del género; el "macoco" Martín Salazar; la histriónica Noralíh Gago; Leo Bosio, Sofía Pachano, Josefina Scaglione, Mariano Musso, Flavia Pereda y Fernando Avalle, entre muchos otros.

Pero más allá de sus virtudes y de este proyecto inmenso que se estrena hoy en El Nacional, la vida no fue fácil para Florencia Peña desde su separación.

-¿Cuáles son las cosas positivas que rescatás de tu paso por "Bailando por un sueño"?

-Como sabía que iba a hacer esta obra, me centré bastante en aprender y entrenar. También rescato que tuve que adaptarme a una situación que a priori no hubiera elegido nunca. Pero soy muy curiosa y no tengo prejuicios. Estaba recién separada, necesitaba un laburo que fuera lúdico, que no me demandara tantas horas. Me había quedado sola con mis hijos y, después de haberme negado durante dos meses, pensé: "¿Por qué no?". Y la experiencia me fortaleció en todos los sentidos. Me sedujo eso de superar mi propio límite y cuando elijo estar en un lugar lo hago en serio, no sobro la situación.

-Un poco de miedo tendrías...

-¡Sí, tenía mucho cagazo! Pero me tenía que fortalecer frente a determinadas cosas. Ni en un estreno sentí lo que sentía cada vez que iba a bailar en vivo al programa. Te da taquicardia. Entré en ese juego, si bien no entré en el conventillo de pelearme con nadie, pero sí entré en el juego de defenderme. Entonces cuando me caí, realmente quería continuar y conseguir el sueño? Soy una persona inteligente y tengo muchos años en esto; sin embargo, entré en la situación de decir: "Quiero defender lo que estoy haciendo y por una caída no me quiero quedar afuera. Si me voy a trepar al caño, quiero llegar a mi límite". Y de repente me encontraba?

-Haciendo cosas que hacían pensar que era masoquista porque te hacían llorar mucho.

-Lloré los últimos tres programas, pero pareció que lloré todo el ciclo porque fueron los más vistos. En la semifinal tuve que hacer cuatro coreografías, estaba destruida de la espalda, ya no podía más? Yo me había propuesto superar mi propio límite y de afuera me decían que abandone. Hay algo personal en esto, no tiene que ver con el programa, tiene que ver con que realmente trabajé muy duro para llegar hasta ahí.

-¿Físicamente no te quedó ninguna secuela?

-Mirá, con el zapateo mis cervicales se están resintiendo mucho, así que estoy con osteopatía a full porque me volvió a doler mucho la espalda. Con el "Bailando..." descubrí que tengo una bruta hernia de disco; a partir de ahí, empecé a tomar recaudos porque tenía síndrome vertiginoso cuando hacía algunos trucos. Con el tap se me está resintiendo un poco, pero lo voy manejando porque ahora ya lo sé.

-Este año fue intenso para vos en muchos sentidos. ¿No sentiste que te iban empujando a un embudo?

-Qué decirte... yo estoy acostumbrada a la intensidad. Los que me conocen saben cuáles son los motivos por los cuales hago determinadas cosas. Los que me ven de afuera dicen: "¡Ay, Dios, que alguien la saque de ahí!". La verdad es que, evidentemente, en la intensidad me muevo como pez en el agua porque no solamente soy intensa a la hora de elegir un proyecto, sino que también soy intensa a la hora de hablar, a la hora de jugarme por una idea, como mamá. Si bien he sufrido algunas cosas, es parte de mi vida, de mi historia. Ahora, fue esto del "Bailando", mi separación y todo lo que vino después, pero antes... podría darte un montón de ejemplos de cosas fuertes que he vivido. Cuando me critican o cuando estoy en cadena nacional en todos los programas durante un montón de tiempo, me fortalece, lejos de hundirme o de creer que eso va a acabar conmigo o con mi carrera me hacen más fuerte, me hacen más sólida, me hacen conectarme con mi elección: voy a dejar de actuar cuando yo lo decida, yo sé por qué hago las cosas, sé la intención que tengo cuando las hago, no puedo cargar con la proyección de los demás; entonces tengo que entender que evidentemente soy una persona controversial, pero también genero mucho a favor y soy muy querida.

-A veces es amplio tu límite.

-Cuando trabajás desde muy chica sos pública, entonces hay cosas que las he compartido toda la vida. Si no quisiera compartir mi nueva pareja igual tendría que hacerlo porque me hacen guardia 24 horas en la puerta de casa.

-El mejor secreto es mostrarlo para que no te molesten más...

-Exactamente. Y hasta que no hablo tengo 700 inventos. No soy una actriz de perfil bajo y ya aprendí a convivir con eso. Son las reglas del juego, entonces de afuera lo ves como que mi límite es amplio, pero la verdad es que las cosas más importantes de mi vida, mis dolores más profundos, la gente no los conoce. Mi separación, básicamente, nadie supo cómo fue, ni cuándo, ni en qué momento, ni qué me pasó. Desde el asunto del video hasta esta parte me sentí muy expuesta en lo personal.

-¿Leés los comentarios sobre vos en Internet?

-No, ni loca. En Twitter, a veces sí. Siempre contesto con ironía. Marcelo Tinelli me dijo algo esencial: "No le hables al medio, hablale a la gente. El medio va a hacer de vos lo que necesite. La gente te va a amar siempre".

-¿En el programa del verano te sentiste un poco ahogada?

-Fue tremendo para mí. No sé estar en un lugar en el que no tengo nada para dar. Firmé para otra cosa, por eso me pude ir tranquilamente porque el programa no era eso. Hay algo que tiene que ver con la demanda, hoy está todo muy farandulizado.

-¿Harías una nueva versión de Casados con hijos ?

-Sí, hoy sí. Hace un año, no. Ya pasó un tiempo y me parece que sería como un guiño. En ese momento había algo como de querer salir corriendo de los personajes porque habían sido muy intensos.

-¿Y se los propusieron?

-Siempre hay un run-run dando vueltas. Guillermo [Francella] tampoco quería, pero ahora está como más blando. Por ahora estoy feliz con Vale todo . Es muy importante para mí poder compartir esto con alguien que admiro, como Pinti, y con un elenco que tiene una onda fantástica. Nos cagamos de risa. Vale todo va a tener lo mejor de mí con respecto a lo que la gente le gusta ver de mí. Hacer reír, poder bailar y cantar es algo que me conecta con una linda parte de mí..

VALE TODO (ANYTHING GOES)

Dirigida por Alejandro Tantanian
Desde hoy en El Nacional, de miércoles a domingos.

Fuente: La Nación

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