Amadeus



"Amadeus" llega al Metropolitan en una versión calma y distante

Javier Daulte es el responsable de la versión de "Amadeus", protagonizada por Oscar Martínez y Rodrigo de la Serna en el teatro ahora llamado Metropolitan Citi, que aparece demasiado calma y distante.

Con la inevitable referencia del "Amadeus" amasado con increíble olfato por el difunto Cecilio Madanes en 1983, en el teatro Liceo y con el brillantísimo Martínez en el papel de Wolgang Amadeus, la pieza era aguardada con verdadera expectativa.

La obra cuenta el drama de Antonio Salieri (1750-1825), un músico italiano en la corte vienesa que rivalizó con Mozart (1756-1791), convencido de haber provocado la muerte por envenenamiento del genio de Salzburgo, al que había odiado con pasión.

Se dice que el nombre y la personalidad de Salieri fueron rescatados de un profundo olvido por el dramaturgo Peter Shaffer a través de esta obra, estrenada en Londres en 1979, y desde entonces el apellido Salieri se transformó en un adjetivo para señalar a aquellos abatidos por una figura inalcanzable, como relata León Gieco en "Los Salieris de Charly".

La obra mantiene el interés de su texto sabiamente armado para describir la irritación que le produce a Salieri la aparición del joven Mozart -que lo llevará a enemistarse con el mismísimo Dios, del que creía ser elegido-, las lides amorosas del muchacho y la relación poco formal que éste establece con la corte y sus funcionarios, incluido el emperador.

Luego vendrán las estratagemas para quitarse a Mozart de encima y el sobrehumano genio que su enemigo exhala casi sin proponérselo, los egos, los manejos con la masonería vienesa donde el poder se canjea, la hipocresía moral en el vínculo con las mujeres.

El "Amadeus" 2013 encuentra al director Javier Daulte en un momento irregular de su trayectoria, lógico en un creador de intensa actividad, pero sorprende por su enfoque carente de seducción y de transcurso previsible.

Se vale de dos figuras con atracción en la taquilla -Martínez y De la Serna- y de la escenografía de Alberto Negrín, espléndida como siempre, que aprovecha la ancha boca del escenario y funciona como una gran jaula que cede algunos flancos para entradas y salidas, así como de la iluminación de Albert Faura, a veces excesiva.

El problema es que tal vez Martínez -con muchos desempeños elogiosos- no era el más adecuado para el protagonista, por falta de volumen físico, por una voz demasiado límpida incluso cuando el personaje está en las últimas, y que al generalmente camaleónico De la Serna no se le inyectó la euforia necesaria. Esa que sí tenía Mozart cuando lo interpretó Martínez.

El relato en primera persona que hace Salieri-Martínez al público da la sensación -en la versión de Daulte- de que el personaje estuviera en una situación didáctica, sin intervención en los hechos, tal la monotonía de sus parlamentos, desapasionados y ajenos.

De nada valen los subrayados con la sublime música de Wolfgang Amadeus que arrecian hacia el final porque faltan las oscuridades de ambos protagonistas, faltan sus misterios, todo está dicho a boca de jarro.

Hay buen acompañamiento del elenco -Gerardo Chendo, Guido Botto Fiora, Jorge Priano, Verónica Pelaccini, Diego Jaraz, León Bara, Paula Trucchi, Ana Fontán, Juan Carrasco- pero no alcanza en ese duelo dramático que debería ser a muerte y es apenas un simulacro.

"Amadeus" se presenta en el teatro Metropolitan Citi, Corrientes 1343, jueves y domingos a las 20.30, viernes a las 21 y sábados a las 20 y a las 22.30.

Fuente: Télam

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