Alicia en Frikiland, Alma, Jesucristo, Un vania, El niño con los pies pintados y Mabel

Un viaje al universo friki

Alicia en Frikiland

Sábados, a las 17, en el Centro Cultural 25 de Mayo, Triunvirato 4444.
Regresa Alicia en Frikiland , un musical de Random creativos (creadores de La Parka...el musical ) inspirado en el clásico de Lewis Carroll, que cuenta el viaje de una joven estudiante a un mundo extraño, "friki", donde logra realmente encontrarse con su propia identidad. La obra, dirigida por Diego Coran Oria, fue una de las más premiadas en la última entrega de los premios Hugo, llevándose el premio de mejor musical infantil y/o juvenil.

Alma

Sábados, a las 21, en Vera Vera Teatro, Vera 108. $ 50. Gran unipersonal de Armando Saire y Lorena Székely, dirigido por Leonardo Odierna, sobre la problemática de las redes de prostitución, con una conmovedora actuación de Székely.

Jesucristo

Sábados, a las 20, en La Comedia, Rodríguez Peña 1062. $ 80. Bellísimo unipersonal de Mariano Moro, que recrea la historia de Jesucristo a través de varios textos relatos bíblicos del Antiguo Testamento, protagonizado por el talentoso Mariano Mazzei.

Un vania

Sábados, a las 22:30, en La Carpintería, Jean Jaurès 858. Una interesantísima versión de la emblemática obra de Chéjov, a cargo del director Marcelo Savignone. Cuenta con un sólido elenco en el que se destaca María Florencia Álvarez.

El niño con los pies pintados

Viernes, a las 23, en el Abasto Social Club, Yatay 666. Original y dinámica pieza de Diego Brienza y Laura Fernández sobre un niño que es sujeto de investigación de varios médicos.

De Santiago Loza

Mabel

Viernes, a las 22.30, en La Carpintería, Jean Jaurés 858. $ 70 y $ 50. En La Carpintería se presenta Mabel, de Santiago Loza. Es un unipersonal musical, dirigido por Carlos Casella e interpretado por Maby Salerno, que gira en torno a la vida de Mabel, una antidiva que comparte con el público su historia de amor y el recuerdo de su amado Eugenio. Se trata de una propuesta divertida, con la mirada preciosista de Casella y con un gran despliegue de sensibilidad e histrionismo de su protagonista.

Fuente: La Nación